El Tricolor combina jugadores de experiencia con juveniles y ese equilibrio puede ser fundamental en sus aspiraciones en Sudáfrica 2010. Selección mexicana sin barreras generacionales
Cuando Óscar "Conejo" Pérez debutó en la Primera División, Javier Hernández apenas tenía cinco años de edad. Hoy, poco más de tres lustros después, ambos abrazan el mismo sueño mundialista.
Son los polos opuestos en la actual concentración tricolor, en cuanto a edad se refiere, pero la ilusión de jugar en Sudáfrica los une. El discurso resulta similar, pese a que la diferencia en bagaje es abismal.
El "Conejo" vive su tercera pretemporada rumbo a una Copa del Mundo, mientras que "Chicharito" se presentará oficialmente ante el planeta futbolístico, quizá con la responsabilidad de ser el centro delantero en el equipo dirigido por Javier Aguirre.
"Es igual de emocionante que las otras dos y los deseos ahí están", comparte el guardameta. "Estoy con muchas ganas, deseos de participar y colaborar en lo que se pueda con la Selección Nacional", agrega el "Conejo".
"Estamos trabajando bastante bien y con mucha ilusión", complementa la joven contratación del Manchester United. "Estamos confiando plenamente en el trabajo del cuerpo técnico, el cual es bastante bueno", comenta "Chicharito".
Esto se deberá ver reflejado a partir del próximo viernes, cuando el Tricolor se mida con Ecuador, en Nueva York.
El partido importante será el 11 de junio, ante Sudáfrica, pero los pupilos del "Vasco" están conscientes de la importante inyección anímica que representará tener buenos resultados en los juegos de preparación.
"He estado en dos procesos, tanto en Francia como en Corea-Japón, y los resultados no fueron los ideales, pero vamos a buscar eso", sentencia Pérez. "Todos queremos entregar buenas cuentas, ganar".
"Lo más importante es el funcionamiento del equipo, que se encuentre bien dentro de la cancha, que podamos agarrar un buen nivel, y, obviamente, de la mano de los resultados, porque te dan confianza y tranquilidad, pero hay que buscar eso".
Serán siete pruebas antes de la justa mundialista, ocho si se encuentra sinodal para el 30 de mayo, por lo que ambos consideran que no habrá pretextos en cuanto a la posibilidad de ensayar.