MÉXICO, DF.- El Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación (Conapred) informó que en el país se sanciona más a la gente que "vende kilos que no son de a kilo" que a las personas que discriminan a sus pares.
En conferencia de prensa, Ricardo Bucio Mujica, titular del organismo, explicó que desde 2008 a la fecha, la mayoría de las acusaciones recibidas por la institución corresponde a faltas cometidas por funcionarios públicos.
Detalló que "casi en su mayoría" son actos iniciados por integrantes del Gobierno Federal, sin que se tenga registrado conductas en la materia originadas por servidores de los poderes Legislativo y Judicial. En 2010, el único caso sometido al Consejo en el que el acusado era un legislador, es el que aconteció el diputado Ariel Gómez (PRD), por sus declaraciones en contra de la población haitiana.
Los actos discriminatorios fincados como reclamaciones a integrantes del Gobierno Federal ocuparon el 55% del total de quejas recibidas durante 2008, 65% 2009 y actualmente corresponden a 30 de los 31 procesos iniciados en el Consejo durante 2010.
Dijo que las mujeres y "todo lo que no esté cerca del arquetipo masculino" sufre mayor discriminación en México.
En total suman 584 las quejas (actos cometidos por particulares) y reclamaciones (actos cometidos por funcionarios públicos) presentados ante el Conapred durante 2009. En el transcurso del presente año la cifra es de 79.
Dijo que en el país es necesario que existan sanciones para quienes cometan este tipo de actos, ya que "no se les puede tocar ni con el pétalo de una multa".
Los grupos que han presentado mayores vejaciones durante la historia de la institución, dijo Bucio Mujica, son las personas con alguna discapacidad, aquéllos con una preferencia sexual no heterosexual y ciudadanos privados del acceso a servicios de salud.
Además de esas formas de discriminación el organismo registra otras por: origen étnico, sexo, edad, condición económica, salud, religión, estado civil, raza, entre otras.
El funcionario federal urgió en promover una actitud social que vaya contra de la "normalización" que existe en el país sobre la discriminación, ya que la ciudadanía en general se queja muy poco de las relaciones entre particulares.
Existe la necesidad de tener una mayor cultura para exigir los derechos que todos los ciudadanos tienen en su relación con particulares, dijo, porque en términos de porcentaje en la prestación de servicios "hay muchas relaciones de discriminación todos los días".
Las sanciones, agregó, "pueden inhibir o no los actos de discriminación, dependiendo de cómo estén establecidas y cómo se ejecuten".