Alrededor de las 15:30 horas de ayer martes los cuerpos sin vida de Ignacio “Nacho” Coronel y su sobrino Mario Carrasco Coronel, “El Gallo”, fueron retirados de la conocida empresa funeraria donde eran velados a bordo de dos carrozas. En el cortejo fúnebre iban intercalados elementos del Ejército Mexicano entre familiares y amigos que acompañaban los restos mortuorios.
El convoy se dirigió hacia el panteón Jardines del Humaya. En la entrada principal del camposanto estaba una tambora y en cuanto entró el cuerpo de “Nacho” Coronel los músicos siguieron la carroza entonando algunas piezas como “Te vas ÁngelMío”, “Nadie es Eterno en el Mundo” y “Mientras Viva”. En tanto, los militares acordonaron el panteón y otros efectivos se introdujeron.
Personal de una funeraria local y familiares trasladaron el féretro y entraron entre las tumbas hasta donde iba a ser sepultado y a un lado de la fosa ya lo estaba esperando un conjunto norteño.
Entre los asistentes se apreciaba muy poca gente, principalmente mujeres y jóvenes. Los elementos de la milicia desplegaron un operativo también en el interior del panteón, en donde no dejaban de tomar fotografías y documentaban también en video el suceso.
Después pidieron amablemente a los medios de comunicación que se retiraran.