Muy bien, querido lector, ahora que ya tengo su atención podré continuar. ¿Y por qué necesitaba su atención? para hablarle de lo mismo: la gente no pone atención, y no le gusta leer. Así la cosa...
Podríamos echarle la culpa -entre otras cosas- al video, al Internet, a la música pop y otros medios de que nos dé pereza concentrarnos a pensar, y evitamos todo lo que requiera un ejercicio mental.
En cambio el placer (sexo), la comodidad de no hacer nada (gratis) y la inmediatez (ahora mismo), eso sí nos llama la atención, queriendo resultados satisfactorios en automático.
Leer es una maravilla, ¿y qué le cuento a usted, que ejercita este arte ahora mismo? Conocemos palabras, ciudades, mundos y tiempos lejanos; algunos inexistentes hasta que les damos una ojeada. Nos ayuda a tener una visión más amplia de las cosas, a mejorar el vocabulario y referencias hacia los hechos, históricos y casuales. No le digo que podremos hacer un mapa completo del universo, pero sí uno menos perdido.
Si bien la sabiduría no se alcanza con un par de libros, sí nos dota de una conciencia mínima. Y podría evitar que mocosos de 14 años se sientan héroes al matar, drogarse y ser parte del desmán tan de moda. Imagino que este chico nunca se leyó el Principito. No tuvo la fortuna de accidentarse con un buen libro.
Evito pensar que sólo tomaremos los libros como estudio, nunca me gustó la obligatoriedad de esta tarea, esa parte de la escuela... 8 años en la universidad pueden confirmarlo. Prefiero que ese apetito fluya, necesariamente, intensificándose de a poquito... existen tan diversos tipos de contenidos, formas y estilos de escritura para platicar los mismos temas.
Ejemplo: poder descubrir que un tal Benedetti ya sabía lo que sentirías por Ella y lo escribiera fielmente a tu necesidad un par de décadas antes de conocerla. Y teóricos sobre el tema también abundan; en poemas, novelas, artículos serios de revistas quincenales... de todo, para todos los gustos.
El enorme ejército de ninis (tan populares y abundantes hoy día), también podrían en sus ratotes libres chutarse un buen texto, y hacer menos tareas de granjita de facebuuu.
Pobres de cultura, luego nos convertimos en personajes planos de historieta; sin argumentos ni un discurso personal. Nos volvemos dibujos animados ... y mejor les dejamos las caricaturas al buen Guayo.
Aprovechando las fechas ¿Por qué no regalar un buen libro esta Navidad que pueda marcar la vida y una existencia de una persona a causa de sus líneas?
No hay salidas fáciles, ni traigo un As bajo la manga: la lectura es cuestión cultural, y como que estoy verde para concretar en esto... Yo nomás pongo un granito de arena partido a la mitad, con un artículo de periódico local, y creo que al final del día, si usted sigue en la lectura hasta aquí ya valió para algo.
El punto a resolver sería: ¿por qué no nos interesa leer? ¿Y qué es peor: la ignorancia o el desinterés? R= Ni yo lo sé, ni me preocupa mucho resolver esto ahora.
Hay muchos libros que hablan del problema, ahora mismo les daría datos duros, pero mejor me voy a tomar cheve y jugar X-box juegos. (¿Ve en dónde está el problema?)
Algún "borrego" me pedirá una moraleja: lea.
Nombres queremos nombres: lo que más le plazca y quiera, ya teniéndole gusto a esto, se ligará a otra lectura y dará saltos de periódicos a revistas a libros o artículos en la red.
Si ahora sus ojos repasan estas líneas, y estamos por concluir, ya usted contribuyó a subir el nivel de lectura del país. Gracias...
Como la salud, que no se extraña hasta que se pierde... este es nuestro último artículo juntos, querido lector: gracias a El Siglo de Torreón... que nos da chance a los jóvenes de aventarnos un palomazo en tan importante medio. Gracias a los que me leen, me apoyan o me critican en forma anónima por la página de Internet... gracias a los que me acompañan. Gracias a Ella. Gracias Totales.