A veces, se nos olvida, que el crecimiento de nuestra Nación depende del esfuerzo y la dedicación de cada uno de nosotros; las elecciones para decidir quienes serán nuestros representantes se llevan a cabo cada 3 o 6 años, con la participación buena o mala de unos y, la indiferencia de otros. Y, la pregunta que muchos nos hacemos a estas alturas, es ¿de verdad somos nosotros quien elegimos a nuestros candidatos? o ¿nos dan opciones para votar, o una vez mas solo podemos votar por los mismos o su familia? Y ¿qué sigue después de que hayan pasado las elecciones?.
México ha experimentado muchos cambios, que nos han llevado a tener el poder de decir lo que pensamos y aquellos que creemos, si algo existe en nuestro país es la libertad de expresión; pero hoy los mexicanos, no queremos decir que pensamos de los políticos, ni siquiera queremos saber quienes son, no queremos tener nada que ver con ellos.
Estamos sumergidos en la decepción; si decepción, de creer y no ver nada, de dejarnos engañar y de darnos cuenta que cuando una persona llega al poder, es muy diferente a la persona que conocimos cuando andaba en campaña.
Pienso que el principal problema en nuestros políticos, es que saben las situaciones difíciles que el país enfrenta, pero lo que no saben hacer es jerarquizar esas situaciones, poner por importancia aquellas que requieran ser atendidas de inmediato.
Debemos darnos cuenta que el problema más grave que enfrenta nuestra nación, es el desarrollo económico y que si buscamos como resolverlo, todo lo demás se resolvería paso a paso.
Hoy ricos y pobres, tenemos el mismo miedo, por la violencia, delincuencia e inseguridad, que atraviesa nuestra región y nuestro país. A todos nos conviene que quienes nos representan, busquen que México viva en paz, creen fuentes de empleo, en pocas palabras que las actividades económicas que pueden levantarnos tomen su curso.
Todos soñamos con ver que la justicia y la honestidad, tomen el papel que la corrupción les ha robado.
Pero cierto es que ya no tenemos la conciencia social suficiente, hoy despertamos ante la realidad de que todo lo controla un solo partido, entonces ¿Dónde quedo la democracia de la que tanto hablábamos?, y resulta que se ha creado una ley, destinada a evitar la “spotización” de los políticos, y aun con todo y esto nos vimos inundados de propaganda por todos lados, propaganda que, ya ni siquiera nos convence o nos llama la atención; verla o leerla no nos causa ningún efecto, pues la mayoría coincidimos en que durante años hemos visto y vivido lo mismo, sin que nada cambie. Propaganda que al fin de cuentas, nos establece propuestas y solo contamina.
De todas las campañas que he visto, la más atractiva fue la de promover el voto blanco o nulo, muestra del cansancio y enojo ante nuestros representantes.
Pero quizás ha llegado el momento de pensar, que quienes han permitido que México este así, seamos nosotros. ¿Porqué no buscar esa unidad de ciudadanos?, ese movimiento de masas que puede transformar tantas cosas, digámosle hasta aquí al populismo, basta de simulaciones, el país no esta para tantas charras de alianza –tranza, ni campañas caras de dadivas que ofenden la dignidad e inteligencia de las personas.
Me gusta creer que quienes nos gobiernan, no son seres malignos, que solo piensan en ellos, creer que buscan el bien de todos, pero no han encontrado la manera. Me gusta creer que al menos están haciendo el intento. Porque claro que México puede avanzar, claro que sí se puede.
Empezando por parar los exagerados precios que pagamos por servicios, bienes, tarifas e impuestos. Creo que si todos pusiéramos de nuestra parte, la economía podría despegarse y crecer, me queda claro que la corrupción y la transparencia juegan un papel importante en nuestras finanzas, que habría que ir resolviendo, por nosotros mismos.
Desde que empecé a comprender la forma de gobernar en que se maneja mi país, no he dejado de escuchar el sueño de cualquier ciudadano el sueño de un verdadero Presidente, con un gobierno que lo apoye, en lugar de ponerle las trabas, un gobierno que se ocupe del bien común, de ricos y pobres por igual. Que con su trabajo desquite lo que le pagan.
Todos empezaríamos a ver el cambio, ¿pero que esta ocurriendo que aunque este cambio es posible, no se esta dando?
Pues que nuestros gobernantes, no se ponen de acuerdo, sus intereses chocan y sus ansias de poder, son mas fuertes que el querer hacer el cambio; cuantas veces no lo hemos visto nosotros mismos. Las consecuencias de esto las acarreamos todos, y es así como las cosas ya no van tan bien, el tiempo se pierde y los problemas de México aumentan.
Por estas y más razones, mis queridos representantes, ya sea el presidente, diputados, senadores, secretarios, asesores, funcionarios, y de más; antes de aceptar el puesto, revisen sus capacidades, comprométanse de verdad y lleven a nuestro País a un mejor destino. Escuchen la voz de tantos que los colocamos en el puesto en que se encuentran y arreglen el país.
Y lo más importante si no esperan arreglarlo, como no lo han hecho, año tras año, les pedimos que se hagan a un lado, porque nos hemos cansado de tanta corrupción; ricos, clase media y pobres por igual, nos molesta que nos roben nuestro dinero así que si no ayudan, mejor no estorben.
