“Esto va para largo”, dijo uno de los lugareños que participa en las tareas de rescate para encontrar por lo menos a otras 15 personas que quedaron atrapadas por el deslave de un cerro en el paraje “El Salto”, ocurrido el lunes en el municipio de Villa Guerrero, estado de México.
Los habitantes de las comunidades cercanas al siniestro: Porfirio Díaz, San Pedro, El Carmen, El Izote, Matlazinca, Coatepec, colaboran en la búsqueda para encontrar a las personas desaparecidas.
Las manos se mueven rápido con el pico, la pala y la barreta, una esperanza permeó el ambiente cuando la gente gritó: ¡perro, perro! Inmediatamente se acercó un rescatista del Agrupamiento Caninos Neza, el perro rascó pero nada, las palas siguieron sacando tierra.
Aristeo Manríquez, comandante del Agrupamiento Caninos Nezahualcóyotl, comentó que “de acuerdo a la versión de los ciudadanos hay cuerpos todavía y sí hay muchas posibilidades de encontrarlos”.
Respecto a la decisión de suspender la búsqueda expresó que ésa no es su responsabilidad, pero aún no se tiene fecha de término. Confirmó que son nueve los decesos y que probablemente son 15 los cuerpos que tiene que rescatar.
De las labores realizadas hasta ahora dijo “van bien, la gente está cooperando, hay esperanzas de encontrar los cuerpos y es bueno que cooperemos todos”.
Hay todavía una camioneta en medio de árboles y lodo, aquí manos no faltan, hay muchas para seguir escarbando. Elementos del Ejército y la Agencia de Seguridad Estatal apoya en las labores de rescate.
Es evidente que como sucedió en el terremoto del 85, es la sociedad civil la que más se empeña en las labores, las mujeres son las que apoyan con llevar la comida para la gente que trabaja en la zona siniestrada.
Las personas que trabajan escarbando buscan familiares o amigos o simplemente por solidaridad agarran el pico. Las mujeres, además de los alimentos, llevan agua y más cosas para que los rescatistas tomen fuerzas y sigan buscando a sus amigos.
Muchos miran hacia donde se desgajó el cerro y dicen: “el diablo nos va hacer la maldad, cuando haya mas gente se va a volver desmoronar”.
Ramiro González, quien perdió un familiar, narró cómo sucedió el siniestro: “todo empezó con un árbol que cayó a la carretera, no podían pasar los carros y cuando ya había muchos quitando se les vino”. Y agregó “pararemos las labores hasta que nadie reclame a nadie”.
Los habitantes quieren encontrar los cuerpos “estén como estén”, quieren darles “cristiana sepultura”.
Darío Rogel, uno de los habitantes de la zona, apuntó: “estamos aquí apoyando a los damnificados que somos de diferentes comunidades, encontraron a un primo hermano, lo que se quiere es encontrar al familiar se encuentre como se encuentre”. Y afirmó “ha habido apoyo del gobierno, pero más de las comunidades”.
