Un total de 164 presos chilenos siguen prófugos, de los 446 que escaparon de distintas cárceles tras el terremoto del 27 de febrero pasado, informó hoy la Gendarmería, institución que custodia los penales del país.
El director de Gendarmería, Alejandro Jiménez, dijo este martes a periodistas que algunos de los prófugos podrían haber huido del país, como lo confirmó la víspera la detención de cuatro reos chilenos en la turística localidad argentina de Bariloche.
El jefe de Análisis Criminal de la Policía civil de Investigaciones (PDI), Mario Erpel, señaló por su parte que se emitió una alerta internacional para la captura de los evadidos y las correspondientes órdenes de detención por quebrantamiento de condena.
Detalló que el 78.7 por cinto de los fugados corresponde a delincuentes de mediana peligrosidad, un 11 por ciento de baja peligrosidad y un 5.8 por ciento de alto compromiso delictual, vinculados a tráfico de drogas, homicidio y robo con intimidación.
Las fugas se produjeron dentro de los primeros 15 minutos del terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter que azotó a la zona centro-sur de Chile el 27 de febrero pasado, dejando un saldo de medio millar de muertos y miles de damnificados.
El mayor número de evadidos -unos 260- se produjo de la cárcel de la sureña ciudad de Chillán, una de las más devastadas por la catástrofe natural.
Aunque Jiménez reconoció que algunos reclusos se fugaron con la intención de evadir la condena, aclaró que 'muchos otros lo hicieron por susto (al terremoto) y por un instinto de conservación'.
'En muchos casos estos (reclusos) han vuelto por sus propios medios a los recintos carcelarios o acompañados por familiares o sacerdotes', aseguró el director de Gendarmería