Incumplen. 4,800 de las 12,000 unidades del transporte que circulan en Durango no cuentan con las placas que debieron haber sacado desde el año pasado. JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ / EL SIGLO DE DURANGO
La falta de resultados de la auditoría que hace más de dos años inició la Secretaría de Contraloría y Modernización Administrativa a la Dirección General de Transportes del Estado (DGTE) por diversas irregularidades ha provocado que buena parte de las unidades del transporte no se pueda replaquear.
El subdirector de Transportes del Estado, Adrián Catarino Alba, dijo que en procesos anteriores de canje de placas, a estas fechas ya iban a un 90%, mientras que en esta ocasión apenas ha cumplido el 60% de los concesionarios del transporte. Es decir, cuatro mil 800 unidades circulan con placas anteriores.
De éstos, unos 800 casos están impedidos para replaquear por observaciones de la Contraloría, a pesar de que siguen en circulación. "Siguen trabajando pero sí hay molestia de particulares que ven que todavía el servicio público está un poquito rezagado en cuestión del replaqueo porque se ven todavía las placas anteriores", admitió.
Dijo que también influye la crisis económica que impide que cambien sus vehículos por modelos 2005, como mínimo.
Sin placas nuevas
4,800 unidades del transporte público no han sido replaqueadas; representan un 40% de las que circulan.
Todavía no terminan
800 unidades de Durango y Gómez Palacio están en observación por la auditoría de la Contraloría.
Niegan deserción en programa "Taxi mujer"
La mitad de las mujeres que manejan un taxi rosa cuenta con educación superior; hay ingenieras, contadoras y profesionistas en diferentes áreas. Esto, a decir del subdirector de Transportes, Adrián Catarino Alba, ha provocado que algunas busquen otras opciones de superación por lo que al menos seis de las 30 que estuvieron desde el inicio del proyecto optaron por otro trabajo, "sabemos bien que es desgastante estar conduciendo de siete de la mañana a diez de la noche; entonces, ellas también buscan otra opción (...) no es que hayan desertado ni que se les haya hecho un mal proyecto, más bien se les ha presentado la oportunidad de un empleo en su profesión. Nosotros lo respetamos" , dijo. Y es que en un inicio aceptaron participar al no tener otra forma de llevar el sustento a sus hogares pero luego de haber trabajado por un tiempo eligieron otra opción. El entrevistado negó que no sea una actividad redituable argumentando que atienden un promedio de mil 200 servicios por semana. Dijo que para cubrir las vacantes que van surgiendo, actualmente se capacita a 15 mujeres más.
