Sin buena música no hay fiesta
“La iglesia y el salón ya están separados al igual que el estudio fotográfico y el video… ¡son tantas cosas las que aún me faltan!”…
Sandra está a punto de casarse, ella y Víctor -su prometido- eligieron marzo para contraer nupcias y desde hace cuatro meses están metidos de lleno en los preparativos.
Primero quisieron dejar “asegurados” el salón y la iglesia, pensaron que encontrar lo demás sería más fácil, sin embargo con la música están en una disyuntiva: ¿qué grupo elegir? ¿es mejor llevar sonido disco? ¿qué presupuesto deben destinar?
El primer punto a seguir en este tema es, precisamente, el del presupuesto. Desde el principio la pareja debe dejar claro qué cantidad invertirá. Si los novios cuentan con uno o varios “padrinos” que los apoyen o con un buen colchón, pueden darse el lujo de contratar un grupo, banda según sus gustos, o incluso una orquesta.
El señor Lorenzo Martín del Campo, líder de Mr. Gallo, comenta que el cliente debe poner especial atención a si el grupo toca un sólo género, si es versátil y qué “plus” ofrece. Otros músicos locales han recomendado a los futuros contrayentes que también cuestionen cuánto tiempo “neto” tocan, y es que algunos grupos se manejan por “tandas” y muchas de las veces es más el tiempo que están descansando que el que amenizan.
No hay mejor cosa que hablar claro desde el principio, así que cuando ya le “hayan echado el ojo” a algún conjunto y tengan el primer acercamiento con éste, deben cuestionar qué tipo de espectáculo traen; si incluyen cambios de vestuario, regalos y hasta bailarines y si tocan en vivo (pues cada vez es más común que todo lo traigan en pistas). Muchas de las veces los novios contratan el grupo por “recomendación” o porque éste les regaló un disco con una probadita de lo que interpretan “y se oyen muy bien”, pero lo más recomendable es que siempre vayan a verlos a una presentación en vivo antes de firmar el contrato para que se cercioren de su calidad.
Otra opción es el sonido disco. Aquí la ventaja es el costo, aunque entre más equipo traiga (pantallas, burbujas, luces, etc.) más aumenta su valor, incluso en ocasiones viene costando igual que un grupo. Un punto en contra podría ser que el grupo resulta más llamativo para los asistentes por el hecho de que toca en vivo; otra es que muchas veces quienes manejan los sonidos no son buenos al mezclar los temas, se limitan solamente a poner un disco y ya… y eso no crea un ambiente festivo,
Una última recomendación... no deje la música para el final, haga su contrato con tiempo para que no se exponga a que el grupo o sonido de su elección esté ocupado para su fecha. Y recuerde... sin buena música, no hay fiesta.