Beneficiados. Mientras Pemex enfrenta problemas de mantenimiento en sus ductos, empresas privadas siguen beneficiándose con la transportación de combustibles vía terrestre.
Los ductos de Pemex están en problemas.
Una licitación para la revisión y operación de más de 3 mil 700 kilómetros de ductos del tramo Veracruz-Cadereyta, Nuevo León, se declaró desierta ante la complejidad del proyecto.
Y por si fuera poco, la empresa encargada del mantenimiento de otros 3 mil kilómetros de ductos en Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca frenó los trabajos porque se declaró en insolvencia.
Y, mientras Pemex enfrenta estos problemas, empresas privadas siguen beneficiándose con la transportación de combustibles vía terrestre.
La Comisión de Energía del Senado había propuesto la modernización del Sistema Nacional de Ductos y estimó que la paraestatal se podría ahorrar mil 500 millones de dólares anuales, que incluyen reducir a la mitad los robos clandestinos y sustituir el transporte de pipas por ductos.
"Actualmente para el transporte de hidrocarburos a través de ductos no se tiene implementada una metodología de administración de integridad mecánica en su totalidad que permita tener una confiabilidad operativa y segura de los mismos", admitió la paraestatal en la licitación cancelada el pasado 24 de marzo.
La licitación era para un plan a cinco años para revisar a detalle el nivel de riesgo y confiabilidad operativa de 3 mil 733 kilómetros de ductos de Pemex Refinación por los que circulan tanto petróleo crudo como productos destilados.
La empresa ganadora debía revisar todos los ductos, identificar riegos como corrosión bacteriológica, fatiga de materiales, hundimientos, generar planes de mitigación y administración de integridad.
Los reportes debían incluir 82 datos, entre ellos el potencial para dañar zonas habitacionales y cuerpos de agua.
