Transparente. El Instituto Ciudadano es auditado por el Estado, el Municipio y un despacho externo.
El despacho externo que audita las finanzas del Instituto Ciudadano del Buen Gobierno no ha encontrado ninguna irregularidad, contrario a lo que ha señalado la Contraloría Municipal.
Rinde cuentas
Para garantizar la transparencia de su gasto, el Instituto es revisado por la Contraloría Municipal y la Auditoría Superior del Estado, pero también por un despacho externo, García Aymerich y Asociados, que nunca ha detectado irregularidades graves ni de fondo, sino que sólo han hecho observaciones en la forma, en lo que han coincidido con el resto de las entidades.
Pero en lo que va del año y debido al cambio de Administración, el organismo ya no recibe los informes del Estado y del Municipio. El despacho de García Aymerich les sigue entregando puntualmente sus observaciones, sin detectar ninguna irregularidad hasta la fecha.
Como se informó en su oportunidad, los cinco consejeros del Instituto Ciudadano enviaron una carta al alcalde, Eduardo Olmos, donde le solicitaron el apoyo del Municipio, pues de no ser así, el próximo 15 de junio renunciarán al cargo honorario que mantienen.
500
MIL PESOS Es la deuda estimada que mantiene el Instituto por los seis meses de Administración.Sin sueldo
Los consejeros ciudadanos que laboran en el ICBG son honorarios, por lo que no reciben ningún salario por su trabajo en el organismo ni manejan nada del recurso.