El terremoto y tsunami del 27 de febrero dejó unos 700 muertos entre las víctimas identificadas y los desaparecidos y daños por alrededor de 25 mil millones de dólares, según el Gobierno.
Una nueva fuerte réplica el lunes en la noche en la región del BioBio de magnitud 6.7 alarmó a los habitantes de esa región a unos 500 kilómetros al Sur, pero no se informó de nuevos daños a la muy deteriorada infraestructura.
La estimación sobre víctimas la hizo el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, en declaraciones a la televisión estatal en las que señaló que a los 500 muertos identificados hay que sumar unos 200 desaparecidos.
"En términos económicos esta es la peor catástrofe que ha sufrido Chile", afirmó Hinzpeter.
Precisó que los daños serían por 30 mil millones de dólares, pero que a ese monto hay que restarle entre 5 mil y 8 mil millones de dólares por seguros comprometidos.
Hernán de Solminihac, ministro Obras Públicas, dijo ayer que las estimaciones aún preliminares confirman que la reconstrucción de la infraestructura de las obras públicas demandará unos mil 460 millones de dólares. Agregó que los puentes cortados son una de las prioridades, pero que tomará al menos un año reponerlos.
El ministro del Interior señaló que "podría ser" que uno de los impuestos que se alzarían para financiar la reconstrucción corresponde al pago por empresas mineras de un tributo específico o royalty.
La senadora derechista Evelyn Matthei, manifestó ayer su rechazo general al aumento de los impuestos, incluso el de las mineras, y se mostró partidaria a incrementar los tributos al alcohol y cigarrillos.