La mexicana María de la Luz Pérez Estrada se considera una 'mujer afortunada': en 1985 sobrevivió al sismo que golpeó a la ciudad de México y hace unos días al terremoto que devastó a Haití.
Especialista en la industria farmacéutica y esposa de un médico de origen haitiano, la mexicana agradece que ha tenido suerte aunque lamenta haber presenciado ya los estragos provocados por dos de los desastres naturales más importantes de América en los últimos 25 años.
'La verdad siento que volví a nacer ya por segunda o tercera vez, yo viví lo sucedido en el sismo del 85 en México y ahora me tocó lo de Haití, afortunadamente de los dos hemos logrado salir bien; lo que vimos es terrible, es como repetir la historia pero peor', indicó.
En breve entrevista tras descender del avión de la Armada de México que la trajo desde el país caribeño, María de la Luz, cuyos hijos están radicados en Nueva York, hace un comparativo entre ambos desastres y advierte que lo ocurrido en el país caribeño rebasa todos los parámetros.
'En México fue terrible el sismo pero de alguna manera el país estaba un poco más preparado, por eso creo que fue más rápida la recuperación de lo que será en Haití donde todo está dividido y destrozado, pero confiamos en que saldrán adelante también', afirmó.
Sobre su esposo agregó que se encuentra bien pero dado que es médico prefirió quedarse en el país caribeño asistiendo a los connacionales, y aseguró que ella volverá para acompañarlo pues sólo vino a México a ver a su madre.
La mexicana llegó la noche del martes en el vuelo de la Marina que trajo consigo a 13 sobrevivientes del sismo, entre ellos el profesor Carlos Peralta, además de dos menores de edad y nueve adultos con la nacionalidad haitiana y mexicana.
Por otra parte el embajador de Haití en México, Robert Manuel, agradeció en entrevista el apoyo que ha brindado el país a su nación tanto con el traslado de víveres así como con el trabajo de los distintos cuerpos de rescatistas.
Desde el hangar de la Marina en el aeropuerto capitalino, el embajador se refirió a los actos de rapiña y disturbios que se han presentado tras la emergencia, pero negó que el país esté al borde del colapso y lo calificó como 'casos aislados'.
Confió en que la parte más aguda de la crisis se superará pronto con el apoyo de los distintos países y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al mismo tiempo que espera que Haití termine fortalecido tras estos hechos.