Muchos niños han tomado al futbol soccer como su deporte favorito en los Estados Unidos, donde tradicionalmente reinaba el gusto por el beisbol. Hérculez Gómez (arriba) es la sangre nueva de la selección de los Estados Unidos; mientras que Landon Donovan (abajo), se consolida como la gran figura del conjunto de las barras y las estrellas. El difícil camino hasta la selección
De pequeños, la mayoría de ellos aprendió a hacer oídos sordos cuando desde las gradas alguien les gritaba "¡sucio mexicano, lárgate a tu país!".
Particularmente cuando burlaban a la defensa con una habilidad que algunos consideraban "innata" en los inmigrantes mexicanos y conseguían anotar al equipo rival, compuesto en su mayoría por niños blancos de los barrios ricos.
De adultos, una minoría afortunada consiguió hacer realidad su sueño: estar en un equipo profesional y vestir la camiseta de la selección nacional.
Hoy, con la excepción de estrellas del futbol como José Torres y Hércules Gómez -ambos hijos de inmigrantes mexicanos, jugadores del club de futbol Pachuca y de la selección de Estados Unidos-, muchos de ellos siguen practicando este deporte los fines de semana, en equipos de aficionados conformados por mecánicos, albañiles, electricistas, plomeros o agentes inmobiliarios.
Para algunos de ellos, el sueño de llegar al futbol profesional o terminar una carrera universitaria se convirtió en un camino lleno de obstáculos, carencias y decepciones. Pero su amor y pasión por el futbol sigue siendo directamente proporcional a la ferocidad y destreza que siguen mostrando en la cancha, donde acuden cada fin de semana en un ritual tan sagrado como el de acudir a la misa dominical en compañía de la familia.
"Desafortunadamente, cuando era niño mi situación migratoria, las dificultades económicas y las escasas oportunidades para jugar al futbol en la escuela se convirtieron en un carrera cuesta arriba", recuerda Ricardo G., un inmigrante de Veracruz, quien no pudo pasar del high school y hoy es trabajador a tiempo parcial en el sector de la construcción.
"Además, en aquellos años el futbol seguía siendo un deporte que sólo practicábamos los latinos en la calle o en los parques públicos, pero no en la escuela donde sí había en cambio equipos de beisbol o basquetbol", recuerda.
Detrás de la historia de Ricardo G. (uno entre millones de hispanos aficionados al futbol en Estados Unidos), la constatación de una realidad: el futbol profesional ha ignorado durante muchos años la realidad demográfica de una nación que ha vivido una revolución silenciosa en la que muchos campos de beisbol se han transformado en canchas de futbol y en donde este deporte, que llegó a ser considerado como una señal de identidad de los barrios pobres, de los ghettos latinos, se ha convertido en la más grande actividad deportiva organizada en toda la Unión Americana.
"Hoy tenemos en Estados Unidos poco más de 25 millones de niños que practican el futbol soccer de forma organizada. Se ha convertido en un deporte que ya nadie puede parar y que ya no sólo es seguido o jugado por la comunidad hispana, sino por muchos estadounidenses", dijo Antonio Cué, presidente y copropietario del club Chivas USA.
EL DEPORTE COMO NEGOCIO "Hoy, con la efervescencia de un mundial de futbol, este deporte se ha convertido además en un negocio multimillonario. Por eso muchas cadenas de televisión han invertido cifras sin precedentes en la cobertura de los partidos en Sudáfrica", añadió este joven empresario mexicano en referencia al deporte del futbol como negocio.
Una mina de oro que ha obligado a las más grandes empresas deportivas y medios de comunicación a echar una segunda mirada sobre un deporte que ha llegado para quedarse de la mano de una de las minorías demográficas más dinámicas en EU, un sector que representa un poder adquisitivo acumulado de 480 mil millones de dólares cada año.
El próspero negocio del futbol -un deporte que, si bien aún no arranca pasiones multitudinarias y sigue sin tener el mismo gancho que el beisbol o el futbol americano en la psique colectiva del pueblo estadounidense-, ofrece hoy el mejor dato de comprobación sobre el crecimiento de un deporte que actualmente es practicado incluso por las hijas de Barack Obama, Sasha y Melía.
Como botón de muestra está el siguiente caso. Las inversiones realizadas por las cadenas de televisión para cubrir el Mundial de Sudáfrica. Entre ellas la cadena especializada en deportes ESPN realiza hoy la más importante cobertura de un evento en sus 30 años de existencia, con una inversión que sus propietarios piensan amortizar en tiempo récord con ganancias nunca vistas en la cobertura de un deporte que -a diferencia del beisbol o del futbol americano- tiene una dimensión planetaria.
Hace cinco años, las cadenas de televisión ESPN y ABC desembolsaron 100 millones de dólares para tener los derechos del Mundial 2010 y 2014 en inglés para Estados Unidos. Una cifra que superó la inversión de la cadena Univisión, la cual pagó 350 millones para hacerse de los derechos de transmisión en español, uno de los negocios más rentables en este país.
UN FUTURO PROMETEDOR Las ganancias acumuladas de Univisión han animado a las cadenas deportivas en inglés a invertir cada día más en el futbol soccer, un deporte que poco a poco se ha incrustado en las preferencias del pueblo estadounidense y en el que, a diferencia del pasado, los apellidos latinos comienzan a tener una creciente presencia en los equipos de la Major League Soccer (MLS) y en la selección nacional, para reconocer así las señas de identidad y el legado de la comunidad hispana en la cultura deportiva de EU.
"Hoy las selecciones Sub 18 y la Sub 20 de Estados Unidos tienen aproximadamente entre 30% y 40% de jugadores de origen latino, de padres mexicanos. Esta situación significa que en el futuro veremos a más hispanos formando parte de la selección nacional de Estados Unidos", aseguró Antonio Cué.
De esta forma, comentó, el futbol en Estados Unidos no sólo tiene un futuro muy prometedor, sino que seguirá teniendo en la comunidad hispana a uno de sus más ricos viveros y al más fiel de sus embajadores.
Torreón, coah.- Del sorprendente Puebla, equipo de la Primera División Mexicana que ha luchado en los últimos años por evitar el descenso, surge la figura de Hérculez Gómez; hoy, ariete del equipo que representó a Estados Unidos en Sudáfrica.
Gómez inició su carrera en 2001 con el Cruz Azul, en la filial de Primera División A, luego siguió por otros equipos de ese circuito hasta emigrar a la MLS, del país vecino. Deambuló por algunos equipos donde mostró su capacidad goleadora, pero las lesiones y algunas decisiones de sus entrenadores lo marginaban. Pasó por el Galaxy de Los Ángeles y el Seattle Sounders, entre otros, hasta que en este año llegó al Puebla, donde anotó 10 goles en 14 partidos.
En el pasado Draft del futbol mexicano, Gómez fue transferido a los Tuzos del Pachuca, donde se encontrará con Francisco "Gringo" Torres, otro jugador de origen mexicano que forma parte de la selección de los Estados Unidos.
EN EL CAMINO
Un caso similar y muy sonado fue el de Édgar "Hommie" Castillo, venido de Las Cruces, Nuevo México, pero de padres mexicanos. Hizo su carrera en Santos Laguna, donde tomó un gran nivel y llegó a la Selección Mexicana. Estados Unidos también se fijó en él, y tras probar ambas camisetas y una posterior baja de juego, Castillo se quedó fuera de los planes de ambas selecciones.
El futbol soccer en EU ha dejado buenos números
El interés por este deporte va en aumento.
n Veinticinco millones de niños en Estados Unidos practican el futbol soccer de forma organizada.
n Trescientos cincuenta millones pagó Univisión para la transmisión en español del Mundial 2010 y 2014 (que será en Brasil).
n El 40% de los jugadores de las selecciones Sub 18 y Sub 20 de Estados Unidos son de origen latino.