Protesta. Militantes palestinos de la Jihad islámica sobre banderas israelíes y de EU en una protesta en Gaza. La manifestación vino luego que dos soldados israelíes y dos palestinos murieran. EFE
Las fuerzas israelíes se retiraron ayer de la Franja de Gaza tras una serie de enfrentamientos con las milicias de la organización islamista Hamas, los más intensos desde la ofensiva del año pasado lanzada por el estado judío.
Los israelíes usaron máquinas para "demoler las estructuras usadas por los terroristas para atacar a los soldados" antes de retirarse, dijo una vocera militar.
La violencia comenzó el viernes cuando los soldados que patrullaban la frontera entraron en Gaza tras divisar a varios palestinos que colocaban explosivos cerca de la valla con Israel.
Dos soldados y dos milicianos palestinos murieron en la batalla, dijo el alto mando. El personal médico palestino indicó que murió un civil y siete fueron heridos en la lucha. Por su parte, Hamas indicó que uno de sus milicianos resultó herido y otro desapareció.
Hamas, que gobierna Gaza a punta de bayoneta, confirmó que sus milicianos participaron en los combates del viernes, lo que señaló un cambio en la tendencia del grupo islamista en los últimos dos años para evitar los enfrentamientos con las fuerzas israelíes.
El alto mando israelí responsabilizó a Hamas del último enfrentamiento.
"No toleraremos intento alguno de herir a los ciudadanos del Estado de Israel y continuaremos operando con firmeza contra cualquiera que utilice el terror contra nosotros", dijo la declaración militar.
Los palestinos dispararon un cohete en cuanto abandonaron Gaza las fuerzas israelíes, pero cayó en un descampado.
La violencia ilustra algunos de los desafíos que encara Estados Unidos en sus intentos de lograr que Israel y los palestinos reanuden las negociaciones de paz.