Estados Unidos descartó ayer que el envío de mil 200 soldados de la Guardia Nacional a la frontera con México genere tensiones con el Gobierno de Felipe Calderón, pues es parte del compromiso para frenar el tráfico de drogas, armas y personas.
El vocero del Departamento de Estado, Phillip J. Crowley, afirmó que la decisión anunciada el martes por la Casa Blanca es consistente con sus esfuerzos para cumplir con su parte en la responsabilidad de atajar la violencia y como parte de una estrategia conjunta.
"Hemos explicado el anuncio al Gobierno mexicano y ellos entienden plenamente la lógica de la decisión", agregó luego que un reportero preguntó si Estados Unidos temía generar tensiones bilaterales.
La Casa Blanca anunció el presidente Barack Obama enviará mil 200 militares a la frontera con México, como parte de la iniciativa para fortalecer el control de la zona, y que solicitará al Congreso 500 millones de dólares en el presupuesto suplementario.
En una primera reacción, el Gobierno mexicano ratificó su respeto a la decisión de Estados Unidos y confió en que éstos no realicen acciones relacionadas con la aplicación de leyes migratorias.
1,200
SOLDADOS De la Guardía nacional serán desplegados en la frontera.