Como ya se ha mencionado en diversos espacios, los medios de comunicación tuvimos la oportunidad de convivir con el director técnico del Santos, Rubén Omar Romano, para charlar de futbol y entender (o tratar de...) el esquema que el entrenador santista intenta implementar.
Lo más rescatable de dicha reunión fue cuando el también columnista de este periódico y mi compañero de televisión, Rafael Rosell, tan latoso como es, y con una y otra pregunta, sacó de quicio a Romano con tanta pregunta, que el estratega no tuvo más remedio que decir con su voz aguardentosa: ¡No se la compliquen más, Santos será campeón! Para que de una vez y por todas, los medios dejáramos de cuestionarlo.
Algún colega inteligentemente preguntó, por aquello de no dejar cables sueltos, ¿será campeón este año? Romano respondió: "Este año". Su humilde servidor, tratando de que su promesa no quedara en la divagación, optó por preguntar: "¿En este torneo o en el otro?". A lo que Rubén Omar me contestó secamente: "Este año...".
Lo que ninguno de los presentes percatamos, ante la emoción de su respuesta-promesa, y con el ansia de llevar tal noticia a nuestros respectivos medios, fue que quizá Romano no hablaba del Santos Laguna. Ahora que los Santos de Nueva Orleáns se proclamaron campeones de la NFL, literalmente, textual, y palabra por palabra, la cita profética del técnico lagunero se ha hecho toda una realidad: a pesar de no ser favoritos, los de Nueva Orleáns jugaron su primer Super Bowl y consiguieron el anillo de campeones.
De modo que en el trabuco que se había metido Romano, ahora tiene una tangente que el deporte mundial le ha regalado para excusarse. Sin embargo, y con lo poco que conocemos a Rubén, no utilizará tan fácil salida. Su compromiso con el equipo y la afición se mantiene firme y el campeonato de Nueva Orleáns mejor será que funcione como ejemplo e inspiración para su primo lejano en México, los Guerreros del Santos Laguna, para levantar de nuevo el trofeo.
Aleson2001@hotmail.com
