No ha importado que tanto Monterrey como Santos Laguna hayan tenido un buen inicio de torneo, pues lo realizado por las Chivas del Guadalajara opaca las planas mayores de los periódicos deportivos por lo histórico que ha significado su hazaña: han jugado 7 partidos y los 7 los han ganado. Nunca un equipo de futbol mexicano en la época profesional había conseguido tan perfectos números.
Monterrey, como actual campeón, ha demostrado que aquel mito urbano al que llamamos campeonitis realmente no existe si hay una buena estructura y planeación antes de iniciar la temporada. De no ser por las Chivas, sería el candidato perfecto para repetir como campeón, cosa que sólo los Pumas han logrado en forma consecutiva, y eso que eran dirigidos por Hugo Sánchez, que a Hugo le sale casi todo lo que se propone.
Aunque a Santos lo podamos criticar en algunas cuestiones (que no es más que interés porque el equipo marche bien debido al amor que se le tiene) lo cierto es que un tercer lugar general no es nada despreciable y su liderato de grupo hace pensar que el equipo puede conseguir cosas muy interesantes en este torneo.
Pero ahí están las Chivas, aguando la fiesta a estos dos equipos del Norte. Con 21 puntos de 21 posibles y con un plantel joven que con su dinamismo ha sido imparable hasta el momento. Javier "Chicharito" Hernández, con promedio de más de un gol por partido, levanta humildemente la mano para ser convocado a la Selección Nacional por encima de los ya panes con lo mismo Nery Castillo, Guillermo Franco y Miguel Sabah.
Para nada soy Chiva, es más, los considero como uno de los cuatro rivales clásicos de Santos Laguna (América, Monterrey y Tigres serían los otros) pero si el Guadalajara anda bien, el futbol mexicano y su espectáculo anda bien. Y por ahí hasta la Selección. Es un extraño efecto-rebote que tiene nuestro sistema deportivo. Enhorabuena al Rebaño.
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