Fui muy feliz viendo los balones de oro. Fue como cuando en la universidad, en Historia del Cine, el maestro presenta la primer película surrealista que hayas visto: casi siempre del director español Luis Buñuel. Y aunque no se le entiende gran cosa, hay una cierta fascinación al presenciar un estilo artístico en donde abunda el absurdo.
Zinha fue catalogado el mejor jugador del torneo anterior. Cualquier extranjero, peregrino visitante de otra liga de futbol que haya presenciado la ceremonia, daría como un supuesto que, al ser galardonado como el mejor futbolista de la liga, Zinha tiene un lugar seguro en la selección. Pero no, México no selecciona a los mejores. Selecciona a los, a los... vaya usted a saber qué.
Siguiente terna: mejor portero. Sale victorioso Alfredo Talavera en una muy cerrada competencia con Oswaldo Sánchez. Cualquiera de esos dos guardametas forma parte de la selección nacional, ¿no? preguntaría el mismo afanoso visitante. Pues la respuesta es no. Otra vez no.
Terna al mejor lateral de la liga: la gana el carismático, aguerrido y siempre cumplido Iván Estrada. ¡Ahora sí éste tiene que ser seleccionado! Exclamaría el extranjero visitante, ¡Lo he visto jugar! Sería absurdo que siendo el mejor lateral de México, no forme parte del tricolor.
¿Cómo podríamos responderle? ¿qué argumentos válidos utilizamos para decirle que no, que ni el mejor jugador de nuestra liga, ni el mejor portero, ni el mejor lateral, forman parte del equipo que lastimosamente nos representa?
De forma irónica, este visitante estudioso de nuestra liga, podrá comentar a manera de broma: ¿pues cómo seleccionan ustedes a sus jugadores? ¿Dependiendo de su signo zodiacal? ¿de contratos comerciales? ¿de intereses de las televisoras, o qué? De inmediato nos sonrojaríamos y diríamos que sí, que depende mucho su signo zodiacal. Que también sí, que depende muchísimo de los contratos comerciales que cada jugador tenga con alguna marca consumible. Y que sí, que la mayoría de lo que se hace, dice y ejecuta en nuestro país, no es ordenado por quien manda, sino por quien paga.
Lo peor del caso es que nuestros directivos continúan asegurando que el paso de la Selección Nacional fue todo un éxito, toda vez que arrojó jugosos números negros en el corte de caja. A este paso, Santos Laguna va a ser superlíder de la liga y no va a tener ningún jugador seleccionado. Ah, no, perdón. Esto ya viene sucediendo desde hace mucho tiempo.
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