Hemos experimentado con cierta amargura y recelo, la notable indiferencia con la que nos golpea la prensa nacional: no importa si Santos Laguna es superlíder de la competencia o llegó a la final. Lo que se hablará en los espacios televisivos y en las diversas ediciones impresas serán los constantes fracasos americanistas; las innumerables finales perdidas por Cruz Azul; las declaraciones del infumable Vergara y lo que pase o no en el seno de los Pumas. De ahí en más, para la prensa nacional, todo es paja.
Sin embargo, la afición en general a este deporte probablemente no sea de mente tan cerrada. Estuve en Guadalajara por motivos de trabajo y fue del todo interesante platicar con el taxista que me llevó a diferentes lugares. Al enterarse que yo provenía de Torreón, el chofer mencionó: "Este año ustedes tienen un equipazo, ese Benítez es un demonio; vea cómo traía él solo a la defensa mexicana en el partido de la Selección". Era un buen apunte. Siguió diciendo: "Ese Santos es nuestro coco. Siempre se nos complica. Llega la liguilla y no queremos que nos toque el Santos. Ni a los que le vamos al Atlas ni a los que son Chivas. Preferimos a cualquier otro, pero Santos, Pachuca, Toluca, son equipos que preferimos evitar". Y es cierto. Por alguna extraña razón, sea el paso que lleven los Guerreros, el estadio Jalisco siempre se le ha dado a los de casa. Partidos memorables en contra del Guadalajara y del Atlas; goles impresionantes; marcadores abultados; no siempre se les gana, hay que apuntar, pero sí es una plaza que favorece el accionar lagunero.
El conductor siguió comentando: "Ustedes tenían un lateral derecho muy bueno, el Pity Altamirano. ¡Cómo era bueno ese canijo! Le pegaba con todo, metía goles... Ahora tienen a este chaparrito, el Guty, ¡cómo es correlón! Muy bueno también...". Aunque los seleccionadores nacionales tengan miopía y carezcan de una visión más o menos decente, un honorable taxista jalisciense sí que tiene el criterio, la apertura y el conocimiento necesario para saber reconocer cuando algún jugador es apto para representar los colores nacionales.
Concluyó al estacionarse, para terminar con la conversación futbolística: "Son muy buen equipo, ojalá les vaya bien este torneo: ahí tienen a Oswaldo, al Pony, a Ludueña... Me gusta ver los juegos del Santos, son entretenidos, meten muchos goles, se ponen buenos.... Muchas gracias joven, suerte..." .
Y esta es la esencia que Santos debe preservar: Como dijo el chofer, un equipo que entretenga, que meta goles, que haga que los partidos se pongan buenos. Nunca está de más indagar en cómo nos ve la gente en el exterior, pues cometeríamos el mismo error que pregonamos como injusticia de la prensa nacional
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