Cuando en el Apertura 2007 Santos fue superlíder con aquellos fantásticos 38 puntos, no pudo coronar su excelente actuación en la liga (11 ganados, 5 empates y únicamente una derrota) dentro de la fiesta grande, pues fue eliminado contundentemente por Pumas en semifinales.
Tras la descalificación, y al haber obtenido el liderato general, se llegó a la conclusión de que únicamente faltaba una bujía en el medio campo que terminara por afinar la maquinaria del equipo. Se contrató para tal efecto a Fernando Arce y los resultados no tardaron en llegar. Santos Laguna inmediatamente al siguiente torneo fue campeón con bastante participación del nuevo refuerzo.
Santos ha anunciado su plan para el siguiente torneo, apostando a la continuidad: ninguna alta en el plantel. Sólo la baja de Francisco Torres, que para el caso... Si en el Apertura 2007, con tan excelente temporada y un superliderato se necesitó un refuerzo (cuando se tiene la calidad de Arce, basta con un jugador, si mucho dos...) me parece falto que no se intente modificar el esquema para la siguiente temporada cuando la carencia en áreas del equipo fue visible por todos. Obtener dos subcampeonatos consecutivos es caer en la antigua rutina del vaso medio lleno o medio vacío. Mientras la directiva y el cuerpo técnico lo pregonan como un logro (tienen razón en afirmar que es difícil llegar a dos finales consecutivas en torneos cortos); prensa y afición en general afirmamos que en las dos finales se pudo haber hecho y conseguido mucho más: en la primera contra Toluca en concentración y valentía; en la segunda ante Monterrey en entrega, lucha e inteligencia.
Lo que no entra a criterio es que Santos Laguna no es campeón. Eso es un hecho. Y en dos torneos cortos se quedó dramáticamente en la orilla para alcanzar la cuarta estrella. Con dos buenos torneos, pero muy lejanos en funcionamiento y resultados a los de Daniel Guzmán en aquel Apertura 2007, la maquinaria de Santos sí que necesita buenos ajustes y apretones de tuercas.
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