Amenazas en áreas de Urgencias y Quirófano así como posibles secuestros a hijos de médicos son algunos de los problemas en el gremio a causa de las acciones del crimen organizado en la entidad.
Las circunstancias fueron denunciadas junto al dolor y la indignación por el asesinato de Avelardo Burciaga Alvarado durante la marcha silenciosa emprendida por personal de la Secretaría de Salud (Ssa) y el Hospital General de Durango (HG).
MIEDO La comunidad médica se mostró "dolida y molesta; sabemos de la calidad de profesionista que era el doctor Avelardo", refirió una integrante del equipo médico asignado al quirófano del Hospital General de Durango.
"En el hospital no se le niega la atención a nadie, nosotros no juzgamos, a veces sabemos quién es, en otras no sabemos ni de dónde vienen, a todos se les atiende por igual, ¿por qué quieren atemorizarnos así?".
Al nosocomio público se canalizan las personas heridas durante los enfrentamientos pero cuando llegan no siempre se tiene conocimiento de quién se trata o del grado de peligrosidad.
"El personal médico que los atiende es amenazado, preguntan que quién lo operó", hecho registrado en las áreas de Urgencias y Quirófano. Durante las operaciones la sala es custodiada por las autoridades.
Por el contrario, la seguridad no está garantizada para el personal, misma que debería reforzarse, "hay temor, pero hacemos nuestro trabajo".
SECRETOS A VOCES
José Antonio Ramírez Torres, presidente del Colegio de Colposcopía de Durango, comentó que "se sabe por rumores del secuestro de hijos de algunos doctores, pero tal vez por temor no denuncian, las autoridades no hacen nada, mañana podría ser otro y pasado y otro".
Ambos profesionistas coincidieron en pedir justicia para el esclarecimiento del asesinato de su colega, "¿por qué no aclaran nada?, nos duele su muerte".
Entre los asistentes se evidenciaba la tristeza en sus rostros, en algunos la incredulidad ante los hechos y en otros el deseo de justicia.
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