En lo que pareciera darle la razón a los augures que vaticinaban una inminente guerra por los recursos naturales, ésta se está desatando ya en Sonora, colocando en las trincheras al Norte contra el Sur. Hermosillo contra Cajeme. Kramer contra Kramer en la rebatiña por el agua.
La manzana de la discordia es el plan Sonora Sí con que trazó su ruta el gobernador panista de la entidad federativa, Guillermo Padrés Elías, quien demoliera 80 años de priismo en el río revuelto de la tragedia en la guardería ABC.
El punto fino, el eje, el epicentro de la alternativa es la construcción de un acueducto privado que transportaría desde la presa "Plutarco Elías Calles", conocida como "El Novillo", 75 millones de metros cúbicos de agua al año, que se encauzarían al río Sonora para el consumo de Hermosillo.
La presa se nutre con el agua del río Yaqui que abastece el fértil Valle del Yaqui, donde se asentó la llamada "revolución verde" promovida por el doctor Norman Ernest Bourlang desde el Centro de Investigación Agrícola del Noreste, vía experimentos genéticos que permitieron mejorar el cultivo del trigo.
Bourlang, como usted sabe, recibió el Premio Nobel de Paz.
Actualmente, sembrada la semilla, de cada dos panes, galletas o porciones de pastel que se ingieren en México, una proviene de trigo producido en el Valle del Yaqui.
La exposición de motivos de la acción que está colocando en pie de guerra a las tribus yaquis; que ha provocado acciones represivas del Gobierno, entre ellas el amordazar a la prensa local, y lanzar a jóvenes panistas contra manifestantes, se sustenta en la aguda escasez del líquido en la capital del Estado, provocando su racionamiento, o lo que se califica como "tandeos".
En ocasiones la población se queda sin agua por 16 horas.
Sin embargo, la alternativa del acueducto, cuya construcción y operación presumiblemente quedaría en manos de una empresa del magnate Carlos Slim, no es la única para apagar la sed de Hermosillo.
Desde 1999 se empezó a plantear la posibilidad de una desaladora de agua del mar o de los pozos cercanos a éste, a lo que se opuso el alcalde, Francisco Burgos.
La alternativa fue retomada en noviembre del año pasado por el entonces flamante gobernador, Guillermo Padrés Elías, con el aval de la Comisión Nacional del Agua, y ahora sí de la alcaldía de la capital de la entidad.
La sorpresa, empero, llegaría en febrero, cuando el gobernador presentó su plan Sonora Sí, con un cambio radical de estrategia, por más que se plantea construir desaladoras en Guaymas y Enpalme.
Hermosillo no, por lo caro. Según ello el metro cúbico de agua costaría 25 pesos.
Sin embargo, existen estudios del Instituto Tecnológico de Sonora que hablan de un costo de 10.80, lo que igualaría o sería más barato que la que se trasladaría de la presa "El Novillo".
El caso es que del otro lado de la moneda los habitantes de Cajeme, municipio de Ciudad Obregón, y el Norte de Sonora en general, señalan que la solución planteada por el Gobierno local implicaría abrir un hoyo para tapar otro.
El agua es apenas suficiente para sus necesidades, en un escenario en que a partir de 1993 se debió restringir la actividad agrícola, dejándose de sembrar los llamados segundos cultivos en 260 mil hectáreas.
Más aún, en el 2003, en el escenario de una intensa sequía, prácticamente dejó de sembrarse la mitad del valle, debiendo bombearse aguas muertas de la presa del Oviachin, conocida como "Álvaro Obregón", para abastecer al municipio.
La lección fue aprendida por los habitantes, iniciándose a partir de entonces un uso racional del líquido, además de encarecerse su costo, a diferencia de Hermosillo.
Desatada la pelea por el agua, aunque el Gobierno local plantea un diálogo, éste se convierte en monólogo, al desestimarse y descalificarse los argumentos de los habitantes del Norte de Sonora, quienes empiezan a organizarse. De pronto, eran 15 y luego 20 mil los inconformes que salieron a las calles a externar su protesta... a la que respondió el gobernador con una marcha de mil acarreados.
Y de pronto, una reunión a la que habían sido invitados técnicos a favor de la desaladora es reventado por judiciales del Estado y supuestos miembros de Acción Juvenil del PAN local.
Y de pronto, más allá, se desata una batalla de desplegados, única forma de aparecer las protestas en los diarios locales, entre cuyos firmantes está el propio senador panista Javier Castelo Parada, además de figuras políticas como Enrique y Javier Robinson Bours, Adalberto Rosas López, Sergio Gastélum de la Vega...
Y de pronto, el cinco de mayo, en víspera de una visita la entidad el presidente Felipe Calderón, los pueblos yaquis se suman a la lucha, vía el "Pacto del río Yaqui".
El documento habla de que el gobernador Elías Padrés con su proyecto Sonora Sí intenta la privatización del agua, afectando lo decretado por el presidente Lázaro Cárdenas en 1934.
En uno de los puntos se señala que el acueducto obedece a los esquemas de inversión público-privada que promueve la Conagua, como lo ha hecho ya con el concurso del grupo Carso de Carlos Slim.
Uno de los compromisos pactados "bajo el juramento de la tribu yaqui", habla de resguardar, con una guardia civil permanente, "que el destino histórico de las aguas se mantenga en su propósito original: cubrir las necesidades del desarrollo de México y la región".
El foco rojo está encendido: Sonora contra Sonora.
BALANCE GENERAL
En realidad, el megaoperativo contra evasores fiscales que mantiene de espaldas al callejón a los despachos Inteligencia en Dirección de Negocios e Internacional Consulting Business Group, se venía programando desde hace cinco años, es decir cuando aún Francisco Gil Díaz era titular de la Secretaría de Hacienda.
Ubicados algunos renglones torcidos en las declaraciones de corporativos de tamaño medio, entre hoteles, líneas aéreas, embotelladoras, colegios particulares, clubes deportivos y media docena de etcéteras, se encontró como común denominador la obediencia a la línea de trazada por sus asesores fiscales.
De pronto sociedades anónimas se convertían en cooperativas, y de pronto las propias compañías integraban firmas outsorcing para su autoservicio, o creaban empresas integradoras fantasma.
El monto de la omisión se calcula en tres mil 400 millones.
El primer paso fue enviar una iniciativa al Congreso para modificar la ley, haciendo corresponsables a los despachos contables o de asesoría empresarial de las evasiones de sus clientes.
El escándalo apenas empieza.
ASUR NO VUELA
Condicionada la participación de las empresas interesadas en construir y operar un nuevo aeropuerto en la Riviera Maya a que obtengan la autorización de la Comisión Federal de Competencia, el obstáculo parece insalvable para el Grupo Aeroportuario del Sureste, dado que su socio mayoritario, Fernando Chico Pardo, participa en el capital de Mexicana de Aviación.
Digamos que en el horizonte podría enfrentar un conflicto de interés.
Como usted sabe, el consorcio administra, entre otros, el aeropuerto de Cancún, ubicado como el segundo más grande del país.