Feliz. Amin Maalouf recibió feliz la noticia del premio literario.
París, Francia.- Hace mil años, los destinos de Occidente y el mundo Árabe cambiaron para siempre cuando tuvieron lugar Las Cruzadas. Lo que pasó durante esos dos siglos, escribe Amin Maalouf -quien desde el miércoles es Premio Príncipe de Asturias- sigue condicionando las relaciones de unos y otros.
Gran parte de la obra de Amin Maalouf ronda el flujo, la guerra y el mestizaje que en torno del Mediterráneo tuvo lugar a partir de aquellos acontecimientos. Precisamente por crear una literatura que "nos sitúa en el gran mosaico mediterráneo de lenguas, culturas y religiones para construir un espacio simbólico de encuentro y entendimiento", el escritor franco-libanés fue galardonado con este reconocimiento que otorga la Fundación Príncipe de Asturias, de España.
Desde París, donde reside, el escritor dijo sentirse feliz y orgulloso por obtener el galardón. "Ya desde los inicios de mi actividad literaria, España siempre ha estado presente en mi obra. No sólo porque es la patria del héroe de mi primera novela, León el Africano, sino también, y sobre todo, porque ha sido el lugar de un encuentro emblemático, que se ha mantenido durante siglos, entre las tres grandes religiones del Mediterráneo", dijo Maalouf.
Autor de libros de ficción y ensayos, traducidos a más de 20 idiomas; una de las voces más importantes de la literatura árabe y defensor de la diversidad cultural y los valores universales frente al fanatismo.
Nacido en Beirut el 25 de febrero de 1949, durante sus primeros 27 años vivió en un ambiente árabe y musulmán. Después de cursar estudios de economía política y sociología en la Universidad Francesa de Beirut, ejerció el periodismo en el diario An Nahar International antes de exiliarse a París a raíz de la guerra civil libanesa.
