Las calles de Los Mochis son recorridas por un chofer que cuando deja el volante, es para subirse a un cuadrilátero y defender su título del mundo.
El campeón Ligero del Consejo Mundial de Boxeo, Humberto Soto, disfruta de un merecido descanso después de los difíciles combates que ha sostenido en últimos meses, y mientras llega el día para empezar a trabajar en el gimnasio se dedica a disfrutar su camión de pasajeros.
"Zorrita" Soto se olvida del ajetreo que representa prepararse para una pelea y día a día muy temprano se sube al camión a recorrer las calles de Los Mochis, Sinaloa, trasladando a estudiantes, amas de casa, trabajadores de oficina, obreros y empleados de todo tipo a sus respectivos destinos.
"Es algo que disfruto y que me da relax. Esto es lo mío, estar atrás de un volante y atender a la gente sin ningún tipo de distingos, es lo que me hace feliz. El "choferear" lo traigo en la sangre porque esto es de familia. Mi papá y mi tío están en esto toda la vida y eso me dejaron de herencia, ganarme el dinero honradamente", dijo Soto, quien derrotó al estadounidense David Díaz para conquistar el cetro Ligero, su tercero en su estadía de trece años en el boxeo de paga, el pasado 13 de marzo.
Soto cumplió en forma exitosa su primera defensa de esa corona al vencer por decisión mayoritaria a Ricardo Domínguez, el 15 de mayo.
El "Zorrita" terminó con una ligera lesión en su mano derecha que ya examinaron médicos en Tijuana.
"Tenemos que tener cuidado con todo y afortunadamente me han atendido muy bien ese problema. No creo que me perjudique para mi próximo duelo".
Humberto Soto espera tranquilo el aviso de su siguiente pelea, antes tiene que cumplir con un compromiso que se ha convertido en algo muy personal, su camión de pasajeros y la gente que a diario utiliza este servicio parta trasladarse a varios y diferentes destinos.
