Mal. La comida 'chatarra' vendida afuera de las escuelas es muy consumida por los niños.
Al ingresar a la primaria los niños son mucho más propensos a engordar, advirtió la Secretaría de Salud (Ssa).
De acuerdo con las bases técnicas del Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, publicadas esta semana, mientras que sólo el 5% de los niños de entre 1 y 5 años de edad presenta sobrepeso, cuando entran a primaria, a los 6 años, la cifra se eleva al 25%.
La situación se agrava conforme avanzan de grado escolar, pues al terminar la primaria los niños de entre 11 y 12 años ya presentan una prevalencia de 33% de sobrepeso.
"En las cooperativas escolares una oferta de alimentos tan amplia resulta innecesaria, (ya) que si un niño desayuna en su casa, a la hora del recreo no necesita más de una porción de fruta", destaca la dependencia, basada en estudios de Guillermo Meléndez, investigador de Funsalud, y Juan Rivera, del Instituto Nacional de Salud Pública.
"Meléndez asegura que las cooperativas o los desayunos escolares podrían desaparecer sin afectar a los niños que padecen desnutrición, a excepción de los municipios de menor índice de desarrollo humano", apunta.
La Ssa advierte también que el incremento del consumo "normal" de calorías, principalmente por una alta ingesta de frituras, refrescos, jugos, aguas azucaradas y leche entera, puede elevar el peso de un niño de entre 1 y 5 años en 5.3 kilogramos anualmente, mientras que el de los menores de entre 5 y 11 años puede aumentar en 6.2 kilos anualmente.
"Se pueden apreciar tres oportunidades de consumo: al aporte energético en el desayuno, en el almuerzo y la compra de alimentos en el recreo. Puede observarse que el aporte energético de estos tres consumos asciende a 58 por ciento de la ingestión diaria recomendada", detalla.
Según el documento, antes de la una de la tarde un niño ha ingerido más de la mitad de lo que debe comer en un día. La mayor parte de las calorías consumidas, indica, proviene de las compras que hacen los niños en las propias cooperativas escolares.
Sólo por esas compras, estima, el niño consume 520 calorías, lo que representa el 26 por ciento del total que debe consumir en un día.
PUBLICIDAD La Secretaría de Salud considera que buena parte del aumento en el consumo de alimentos con alto contenido calórico obedece a la presión que proviene de la publicidad de estos productos.
"De acuerdo con la información disponible, México es el país con mayor cantidad de anuncios de comida con alto contenido energético por hora en televisión. Con un promedio de dos horas diarias de televisión, un niño mexicano habrá visto más de 12 mil 400 anuncios de esta comida en un año y ninguno de orientación nutricional", señala.
"El consumo de alimentos de alta densidad energética y bebidas azucaradas ha aumentado en gran medida por la publicidad que acompaña a estos productos, la cual se reconoce como una verdadera presión, debido a la gran influencia que ejercen a través de su intensidad y múltiples canales".
A pesar de ese reconocimiento, la única política que ha impulsado la dependencia en la materia es el llamado Código PABI (Código de Autorregulación de Publicidad de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas Dirigida al Público Infantil), que deja al criterio de la propia industria sus políticas de mercadotecnia infantil.
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De los niños de 6 años presenta sobrepreso.