Por el brujo. La única solución que Miguel Rodarte encuentra, es que el equipo se haga una limpia.
El actor Miguel Rodarte, protagonista de la taquillera película El Tigre de Santa Julia, exclama cuando se le pregunta la sugerencia que le haría a la directiva del equipo de futbol profesional Cruz Azul para que sea campeón: "¡Qué se hagan una limpia!".
Y vaya que le hace falta. La llamada Máquina Celeste sólo ha conseguido un campeonato en 30 años de existencia y tiene la nada envidiable marca de obtener siete subcampeonatos.
Miguel es parte de las decenas de miembros de la comunidad artística mexicana que ven en el Cruz Azul a la camiseta de sus amores, equipo que hoy arranca la Temporada Apertura 2010, contra Estudiantes.
DURA PROTESTA
El director y escritor Carlos Cuarón (Rudo y Cursi) es más duro en su protesta: "¡Qué se vaya la directiva completa, tiene que haber un cambio profundo y de fondo! No puede ser que un futbolista gane, por ejemplo, 100 mil dólares al mes y un trabajador de la cooperativa (que controla al equipo) gane el mínimo, no es justo", dice alzando la voz.
Este diario se dio a la tarea de platicar con algunos de los fans cruzazulinos para que manifestaran su sentir sobre los resultados y decir sus propuestas sobre cómo levantar al equipo.
Los seguidores son, además de Rodarte y Cuarón, los actores Martha Higareda, Eugenio Derbez, Luis Roberto Guzmán, Luis Felipe Tovar y Silverio Palacios; los realizadores Gustavo Loza (Al Otro Lado y Atlético San Pancho) y Benjamin Williams (Joke'l); el tecladista de Café Tacvba, Meme; y Jorge Mondragón, representante de Molotov.
BUSCAR EN LA CANTERA Para esta temporada el Cruz Azul ya anunció que subirá a varios integrantes de sus fuerzas básicas al primer equipo. Sólo hizo una contratación y sostuvo a los extranjeros de la temporada pasada, a veces cuestionados como el caso del mediocampista Chaco Jiménez y el defensa brasileño Edcarlos Conceiçao.
"Muchos jugadores entran en una zona de confort muy ca...ona, donde les pagan increíble si ganan o no", considera el director Gustavo Loza. "Hay mucha gente que no ama la playera, porque llega de afuera, si se le pone atención a la cantera, se puede hacer algo", añade.
UNA CANCIÓN 'AZUL' Meme, El tacvbo, quien ocasionalmente ha pensado escribir una canción al Azul, dice que desde los altos mandos se fomenta el conformismo: "Recuerdo una declaración, hace cuatro o cinco años, de Billy Álvarez (el presidente del equipo) que dijo que no habían ido a la Libertadores (copa en Sudamérica) porque le estaban dando prioridad al torneo mexicano. A mí me quedó claro que un directivo no puede mandar ese mensaje a su equipo, ni a la afición, cuando todo es importantísimo, si ves las ligas europeas todo mundo quiere estar ahí en todos los torneos. Me di cuenta que no hay astucia en ciertos momentos".
Pero casi ninguno de ellos pretende desertar de su afición. A pesar de las burlas constantes que reciben de americanistas como José María Yazpik y Jesús Ochoa (equipo al que no se le gana desde hace años) o los chistes que se dan sobre el llamado ya subcampeonísimo.
Silverio Palacios (Matando Cabos y Morirse en Domingo) ha volteado a ver a los Pumas. Pero aún así confía en el Azul. Es más, asegura que si los jugadores le meten pasión y humildad, el campeonato estará cerca.
"Y prometo que si son campeones hago una película para el equipo. Invitamos a todos los cineastas celestes para hacerla y que quede para siempre, ése es mi compromiso si ganan", exclama.
Para Eugenio Derbez la cosa no es tan sencilla. Así que con mucho sentido del humor, porque sólo de esa manera se pueden sobrellevar los malos momentos, apunta: "El Cruz Azul está como la Selección Mexicana: tiene una afición que no se está mereciendo. Creo que la solución está en contratar a Messi (del Barcelona) a Cristiano Ronaldo (del Real Madrid) y revivir a Zidane (francés), sólo así", concluye el comediante.
Camiseta bien puesta
El Cruz Azul es un equipo que surgió en el Estado de Hidalgo, pero por su trayectoria ganadora y ante la creciente afición que iba generando, se trasladó a la Ciudad de México donde se arraigó.
Ahora, tras varios fracasos y de acuerdo con algunos estudios, cada vez más gente deserta del equipo y busca otros.
Martha Higareda bromea. Ella tiene 26 años y sólo ha visto una vez alzarse con la corona a su oncena favorita. Los demás pueden decir haber vivido, al menos de refilón, la fabulosa década de los 70, cuando ganó cinco campeonatos.
"¡El equipo necesita ganar pronto!, ¡nos urge! Ya las cervezas que tienen mis tíos para festejar que ganamos se volvieron whisky", indica la actriz de Niñas Mal.
Durante varias temporadas Martha asistió al estadio para apoyar al equipo. Ahora por razones de trabajo en Estados Unidos le ha sido imposible siquiera visitar el Distrito Federal, pero sigue con la playera bien puesta. "Hay que volver a la base de inyectar a los jugadores con positivismo", dice.
