Peligro. 'No queda más que encomendarse a Dios', dice Luis cada que sale a un servicio.
La única idea de servir, Luis decidió formar parte de la Cruz Roja como socorrista. Hoy a sus 32 años de edad, siete años de experiencia lo avalan. "Y seguiré hasta que ya no pueda más, hasta que mi condición así lo permita", comenta orgulloso.
El comienzo
Emocionado, el socorrista, hoy en su día, recuerda que su pasión por esta profesión despertó al escuchar las experiencias de muchos de sus amigos, quienes también se desempeñan como paramédicos.
Para lograr un lugar en Cruz Roja, cuenta que además de contar con una carrera técnica en Radiología, asistió a innumerables cursos de capacitación.
Desempeñarse hoy en día como socorrista, se ha vuelto en una profesión de alto riesgo. "Ahora tenemos que seguir un protocolo de Seguridad, que consiste en que debe de estar una autoridad para nosotros hacer nuestro arribo, sin importar quien sea", dice.