La Comisión Nacional de la especialidad define la cirugía maxilofacial, como la especialidad médico-quirúrgica que se ocupa de la prevención, estudio, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de la patología de la cavidad bucal y de la cara, así como de las estructuras cervicales, relacionadas directa o indirectamente con las mismas.
El ámbito de esta especialidad médica se ha ido extendiendo progresivamente en base a los avances científicos, a otras regiones o espacios quirúrgicos circundantes, así actualmente esta rama quirúrgica extiende sus brazos hacia la estética facial, la cirugía craneofacial, etc.
Dentro de los medios con los que contamos para la atención de las enfermedades, existe uno caracterizado esencialmente por utilizar procedimientos manuales, se le conoce con el nombre de cirugía o terapéutica quirúrgica, que es donde está englobada la cirugía bucal y maxilofacial.
La cirugía bucal y maxilofacial se rige por principios de la cirugía general, pero tiene sus propias peculiaridades que emanan de la zona anatómica a tratar.
El dentista de práctica general puede atender personalmente una serie de casos, pero otros debe remitirlos al especialista en cirugía bucal, esta decisión debe de tomarla de acuerdo a sus aptitudes y habilidades, buscando siempre la mejor atención a sus pacientes. La destreza y seguridad sólo puede obtenerse a través de repetidas experiencias y de la valoración crítica de los resultados. Por consiguiente corresponde a cada odontólogo decidir por sí mismo los límites de su capacidad en cirugía bucal. Aplicar una técnica en la que se posee poca experiencia o de la que no se tienen conocimientos actualizados de la entidad nosológica a tratar, o esconder una patología para evitar remitir un paciente al especialista, representan una práctica negligente no conforme a la ética profesional.
En muchas ocasiones el odontólogo general tiene que trabajar en equipo con especialistas no sólo de la odontología, sino también de la medicina, para prestar mejor servicio a los pacientes. Este trabajo en equipo es imprescindible en casos complejos y en cierto tipo de patologías, como por ejemplo en las deformidades dentofaciales, o en la patología de la articulación temporomandibular; de esta forma se consigue la conjunción de los procedimientos más avanzados, que seguramente beneficiarán más a los pacientes.
La formación especializada o de postgrado debe permitir al especialista en cirugía bucal y maxilofacial asumir las tareas propias de su campo de actividad, que exigen conocimientos de las siguientes áreas:
OTodos los métodos de diagnóstico de las anomalías, las lesiones y las enfermedades.
ODe la cavidad bucal, los maxilares y de los tejidos contiguos.
OEl tratamiento de las fracturas del macizo facial y de sus secuelas.
OEl tratamiento de todas las lesiones relacionadas con los tejidos dentarios que ameriten cirugía, comprendiendo la colocación de implantes, trasplantes y reimplantes de órganos dentarios naturales y artificiales.
OLa cirugía preprotésica comprendiendo la implantología.
OLa corrección quirúrgica de las anomalías y las maloclusiones congénitas o adquiridas de los maxilares.
OEl tratamiento de la patología quirúrgica de la articulación temporomandibular y de los cuadros dolorosos bucofaciales.
OEl tratamiento de todas las lesiones de los tejidos blandos y óseos de la cavidad bucal, maxilares y tejidos contiguos, que necesiten cirugía para su solución.
ODiagnóstico y tratamiento de lesiones de cavidad bucal, maxilares y tejidos adyacentes, que estén en relación con enfermedades sistémicas.
OInclusión de tercer molar inferior, inclusión de incisivo central superior, caninos, etc.
Como se puede observar el campo de acción del cirujano bucal y maxilofacial es muy amplio y de mucha responsabilidad ante los pacientes.
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