Dennis Hopper encarna en la serie Crash, que se estrena hoy, el que podría ser su último trabajo actoral debido al cáncer terminal que padece.
Se trata, probablemente, del último trabajo de Dennis Hopper, quien enfrenta la fase terminal de un cáncer de próstata que lo ha dejado exangüe y con 45 kilogramos de peso.
La serie Crash se estrena mañana a las 23:00 horas por HBO. Producida por el guionista y director Paul Haggis y el actor Don Cheadle, es una adaptación de la película homónima, dirigida por el propio Haggis y ganadora de tres Oscar (mejor película, mejor guión original ymejor montaje) en 2006.
Crash es una historia coral que explora la complejidad de la tolerancia racial y social, así como el significado del sueño americano a través de personajes cuyas vidas se entrecruzan y chocan en su lucha por alcanzar ese sueño. Hopper interpreta al controvertido productor musical Ben Cendars, quien trata de balancear su vida personal y sus adicciones, mientras busca su último gran éxito comercial.
Sólo este actor mítico, experto en personajes que vivieron al límite y nacido hace 73 años en Arkansas, podría ha Dennis Hopper encarna en la serie Crash, que se estrena hoy, el que podría ser su último trabajo actoral debido al cáncer terminal que padece ber aceptado un papel de esta naturaleza.
Además del personaje de Hopper hay un encantador e irresponsable Policía (Ross McCall); la atractiva esposa de un gitano (Moran Atias), un inmigrante ilegal de Guatemala (Luis Chávez) y una ama de casa americana (Clare Carey), pero es Hopper sin dudas quien llama la atención de los espectadores.
UN BASTIÓN DE HOLLYWOOD
El actor rebelde que marcó a la generación de fines de los 60 con su papel de motociclista que conocía hippies, pisaba la cárcel, se enroscaba con prostitutas y terminaba drogándose en un cementerio en la legendaria Easy Rider: Busco mi Destino es una de las figuras más respetadas y queridas del showbusiness.
La historia de corte independiente que costó apenas 350 mil dólares y recaudó más de 50 millones, convirtió a Dennis Hopper, su director y protagonista, en un elemento referencial para el negocio del cine y en ganador del premio máximo en el Festival de Cannes.
Entonces, su cuerpo estaba lleno de energía. Era el galán preferido de las muchachas y el modelo de hombre despreocupado y sin temor a los excesos a seguir por los jóvenes de la época. Hoy, Dennis es un hombre abatido por la enfermedad.
Los médicos lo dictaminaron en etapa terminal, perdió 45 kilos y ya es imposible someterlo a quimioterapias.
EL GALÁN
Cuenta la leyenda narrada en su momento por el fallecido productor de cine Manuel Ávila Camacho, que cuando Hopper pasaba algunos días en la Ciudad de México, disfrutando de sus restaurantes, tuvo que ocupar varios minutos firmando autógrafos a mujeres que lo reconocieron sentado en un comercio de la avenida 5 deMayo.
“Todos le decían que era muy guapo, yo agregaría que también era caballeroso”, dijo Ávila Camacho. La rudeza era un imán para varias féminas. Así se lo había visto en Apocalipsis Now y en La Ley de la Calle, películas señeras de Francis Ford Coppola.
Luego de un intento de suicidio y de pasar por una clínica de rehabilitación, los 80 devolvieron a Dennis Hopper a los primeros planos. Con su interpretación de Frank Booth en Terciopelo Azul, se ganó las almas y por Hoosiers, más que Ídolos, fue postulado al Oscar como Actor de Reparto.
En1988, dirigió la película “Colors”, aclamada por la crítica. “Hay momentos en que he tenido cierta brillantez real, pero sólo son momentos y a veces, en una carrera, son suficientes. Nunca me sentí jugando la mejor parte o estar en una gran película, pero no es culpa de nadie, sino mía”, dijo hace unos años.
En los últimos tiempos realizó trabajos interesantes en el cine, entre ellos el villano de Máxima Velocidad.
Hoy apenas y camina. Hace unos días recibió la estrella de Hollywood y sonrió. “Mi experiencia de vida ha sido mucha, creo que no cambiaría nada. Me han dado una vida que nunca habría imaginado siendo un chico de Dodge City”, dijo.
