Esta nación en la que el cricket y el rugby han sido hasta hoy tradición, aguarda con evidentes muestras de vehemencia el inicio de la fiesta más grande de su historia. EFE
Realiza Copa FIFA 'tour' por geografía sudafricana
A siete días de su inauguración, la efervescencia por el Mundial de Futbol roba cámara y espacio en los medios impresos y electrónicos de este país, que recibe ya a decenas de miles de privilegiados que atestiguarán el primer gran evento deportivo global que se realice en Africa.
Una efervescencia que se extiende a los programas y periódicos y es perceptible en cualquier rincón de este país, que en breve se mostrará ante el mundo con el rodar del balón en todas las sedes de este certamen universal.
El término 'Bafana Bafana' con el que se identifica a los seleccionados de este país es ya parte, no sólo del vocabulario sudafricano, sino que es ya familiar para visitantes de Africa y de todo el mundo que convierten gradualmente a esta nación en una temporal, pero intensa torre de babel.
A una semana del gran momento, del 'kick off' (patada) inaugural, los sudafricanos se han asumido como anfitriones, y al mismo tiempo orgullosos fans de su equipo como puede observarse en la calle, en gasolineras y hoteles, donde el personal utiliza, además de su uniforme habitual, el de la selección local.
Los medios, por su lado, no dejan de hacer referencias en estaciones de radio, prensa y televisión al primer gran evento global que este continente albergará a partir de la tarde del 11 de junio venidero.
Es, lo que se vive aquí, un anticipo de la fiesta de cada cuatro años que se prolongará por XIX ocasión hacia este país y por vez primera al continente históricamente menos favorecido en lo material y quizás más oprimido del planeta.
Parte de ese festejo se traslada a la provincia sudafricana donde la Copa FIFA viaja desde hace unos días, a distintas sedes para que la gente pueda verla y percibirla como el trofeo deportivo más preciado del orbe.
En ese recorrido por la geografía sudafricana, el trofeo de oro puro y macizo es observado por miles, dentro de una especie de contenedor que lo mantiene a salvo de cualquier percance.
La custodia del trofeo, que de manera simbólica tiene Italia, pero que en los hechos es responsabilidad, por ahora de policías y guardias que la protegen, tendría nuevo depositario a partir de la noche del 11 de julio si es que los ítalos no la retienen.
En tanto, esta nación en la que el cricket y el rugby han sido hasta hoy tradición, aguarda con evidentes muestras de vehemencia el inicio de la fiesta más grande de su historia, la cual partirá de aquí hacia el mundo entero por espacio de un mes.