Centro de acopio. Michel Zreik busca reunir víveres en su empresa, en la Zona Industrial de Torreón, para apoyar a su país natal.
José Kawas y Michel Zreik son haitianos pero viven en Torreón. A kilómetros de distancia del país que les vio nacer, sufren por la tragedia y piden a la sociedad lagunera sumarse al envío de ayuda.
"El país está devastado ahorita, devastado, es una morgue", dijo José Kawas. Debido al terremoto, un millón y medio de personas quedaron sin hogar y se estima que hay más de 200 mil muertos.
Kawas vivió su niñez y juventud en Haití, pero se vino a vivir a la región hace varios años porque su esposa es originaria de Lerdo. Aún así, el empresario va dos veces al año a su país y no ha perdido el contacto con su gente.
"Haití necesitaba mucha ayuda, el pueblo es tranquilo pero con hambre las cosas cambian, la gente se vuelve agresiva, hay mucho pillaje, han perdido mucho con el terremoto", comentó.
Toda la familia de Kawas vive en ese país y ha escuchado de parientes y amigos que fallecieron en el siniestro, pero sus hermanos lograron salir a salvo, aunque perdieron sus posesiones, sus casas y sus negocios quedaron hechos pedazos.
Señaló que el problema de Haití no es de ahorita, pero se acentuó con la destrucción causada por el terremoto, al grado que el país ha caído en un estado de indefensión total, más porque nunca ha sido apoyado por las grandes potencias y sólo recibía ayuda a cuentagotas.
Kawas consideró que todos los Gobiernos que ha tenido Haití fueron corruptos pero coincide con Zreik en que las condiciones de vida de la gente eran mejor durante la dictadura que desde que son un país independiente.
"Ahorita lo que se tiene que hacer es sacar a la gente de la miseria y pobreza en que se encuentran", comentó, "nunca ha habido una destrucción tan masiva como ese terremoto, ni el tsunami, en Haití falta todo: escuelas, tiendas, de todo, es un país que da lástima, nunca ha sido tomado en cuenta por la Comunidad Económica Internacional".
Por su parte, Michel Zreik ha recopilado cerca de tres toneladas de medicinas y alimentos no perecederos para enviarlo a la Cruz Roja y buscará llevar un seguimiento de esto para que llegue a Haití.
Zreik también tiene a su familia en Haití pero llegó a Torreón hace 20 años porque su esposa es mexicana y aunque sus hermanos le confirmaron que están bien, todos perdieron su patrimonio y sus negocios.
"Cada año voy 2 ó 3 veces a ver a mi familia, pasé Navidad y fin de año allá, llegué el 2 de enero y el 12 pasó la desgracia, tengo conocidos que fallecieron, amigos", comentó el empresario.
Dijo que Haití es un país que ha sufrido mucho y solía ser muy bello pero ha tenido mucha inestabilidad desde que terminó la dictadura, pues la gente no se acostumbra aún a la democracia.
Zreik dijo que lo que más se requiere en estos momentos son pilas y lámparas. Para más información de cómo colaborar con esta causa, puede comunicarse al teléfono 750-62-26.
JOSÉ KAWAS
Empresario originario
