Las niñas y los niños que son adoptados por matrimonios de parejas del mismo sexo sufren deficiencias en su desarrollo, al grado que en algunas etapas de su vida llegan a dudar sobre el valor real de su género, aseguró Dawn Stefanowicz.
En un comunicado del Instituto Mexicano de Orientación Sexual, la activista social de origen canadiense destacó que legalizar la unión entre personas del mismo sexo no sólo redefine el concepto de matrimonio, sino que al otorgarles la posibilidad de adoptar los convierte en "cuidadores" de niños y no en verdaderos padres.
Los menores de edad, añadió, no se sienten valorados cuando crecen en un ambiente transexual, bisexual u homosexual, por lo que comienzan a dudar del valor de su género o del género opuesto, según cuál sea el de los padres que están involucrados en su crianza.
Stefanowicz alertó sobre los riesgos a los que se exponen los niños con padres homosexuales, pues ello se convierte en un asunto que afecta la identificación de género, además de que no pueden compartir vivencias de ese tipo con nadie.
En un acto organizado por el citado instituto contó su experiencia personal al pasar su infancia en un ambiente homosexual y destacó que "suena simple y fácil, pero en realidad nosotros somos niños, somos inocentes, queremos todo en blanco y negro".
En ese caso, si los padres muestran a diferentes parejas de un sexo o de otro y llevan a los infantes a las llamadas marchas del orgullo gay, "nosotros vamos a crecer con muchas confusiones con respecto a nuestra propia sexualidad y nuestro propio género", reiteró.
Dawn Stefanowicz aseveró que los niños adoptados requieren necesariamente de un hogar estable para su óptimo desarrollo, así como de la guía moral y educativa de un padre y una madre.
