Angustia y desesperación vivieron estas jóvenes aficionadas a los Guerreros, después de que su equipo fuera superado en la gran final del futbol mexicano. (Ramón Sotomayor)
MONTERREY.- Por la mañana y mediodía, el sentir de la afición santista que se trasladó hasta la Sultana del Norte, era de optimismo para que los Guerreros levantaran la copa ante su odiado rival regional.
Pero en los primeros minutos, la confianza que respiraban los seguidores albiverdes, se volvió en angustia y desesperación, ya que la mala estrategia de su equipo, no fue la idónea en la vuelta de la final.
La derrota se consumaba y la desesperación llegó, ya que era ante los Rayados, a quienes se les venció en la ida de la final en Torreón, pero simplemente la mínima ventaja obtenida, se esfumó.
A su llegada al Tecnológico, los camiones de "La Tribu" y "La Komún", fueron apedreados por pseudoseguidores rayados, mientras que al final del choque, la Policía regia sacó a la totalidad de la porra, por la avenida principal, por lo que se toparon con eufóricos aficionados del Monterrey, intercambiando sólo insultos.
El tropiezo, que se hilvanó con el segundo subcampeonato consecutivo, propició la tristeza de la delegación lagunera, que también tuvo que soportar los festejos del arquero Jonathan Orozco, quien los provocó en cada una de las tres celebraciones de su equipo.