El presidente del Consejo Mundial de Boxeo, don José Sulaimán Chagnón, hizo fuertes declaraciones en contra de la gente que en un tiempo manejaron la carrera del ex campeón gomezpalatino Cristian Mijares.
Debo reconocer que el ex campeón versión CMB de los pesos supermosca, refiriéndose a Cristian Mijares, surgió de la nada. Solicitó la oportunidad de disputar un campeonato mundial y se le concedió, lo que aprovechó muy bien, logrando varias defensas del título conquistado en tierras japonesas.
De que es un buen peleador, no cabe la menor duda, diría don José Sulaimán, quien compareció ante los cronistas deportivos del país, en el marco de la XVII Asamblea General Ordinaria Nacional de la Federación Mexicana de Cronistas Deportivos (Femecrode) el pasado fin de semana en la ciudad de Guadalajara.
Sin embargo sus representantes no lo supieron llevar por el camino correcto, afirmó el máximo dirigente del Consejo Mundial de Boxeo por más de 35 años. A sus promotores les interesó más el dinero que la carrera pugilista del gomezpalatino.
Pero son cosas que han pasado y seguirán pasando en el boxeo profesional. Pero lo más triste en el caso de Cristian Mijares es que ahora le haya dado la espalda al organismo que le brindó la oportunidad de darse a conocer en el escaparate mundial del boxeo.
Esto porque el próximo 11 de diciembre, en el Auditorio Municipal de Torreón, intentará arrebatarle el título mundial supermosca de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) al actual monarca de esta versión, el nayarita Juan Alberto "Topo" Rosas.
Por cierto, durante la charla con los cronistas deportivos, don José Sulaimán criticó fuertemente la esquina del californiano Antonio Margarito en su confrontación contra el campeón superwelter, el filipino Pacquiao. Debemos entender que el pugilista mexicano siempre se ha identificado en todo el mundo por su combatividad, por ese espíritu de guerrero sobre los cuadriláteros.
Pero en el caso de Margarito, por querer destronar a Pacquiao, en su esquina le permitieron que lo golpearan mucho. En esto también algo de culpa la tienen los réferis, porque ellos deben intervenir de inmediato cuando el castigo es excesivo en la persona de uno de los contendientes.
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