Un misterioso contador vinculado al grupo de espionaje ruso designado para infiltrar a la sociedad estadounidense fue detenido en Chipre, informaron las autoridades.
Aunque Moscú criticó los arrestos, la Casa Blanca dijo que el incidente no afectará las relaciones bilaterales. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs dijo que las detenciones eran un asunto legal y las autoridades judiciales "actuaron apropiadamente".
El sospechoso, llamado Christopher Metsos y quien dice ser ciudadano canadiense, fue arrestado en el aeropuerto de Larnaca, Chipre, cuando intentaba volar hacia Budapest, dijo la Policía chipriota. Fue liberado después bajo fianza.
Metsos, de 54 años, seguirá en Chipre por un mes hasta que comience el proceso de extradición.
El fiscal federal Michael Farbiarz dijo el lunes que las acusaciones contra otras diez personas que viven en el Noreste del país son "la punta del iceberg" de una conspiración del servicio de Inteligencia ruso, el SVR, para recabar información interna de Estados Unidos.
Los detenidos son acusados de conspirar para actuar como agentes de un Gobierno extranjero sin notificar al fiscal general de EU, cargo que lleva una pena máxima de 5 años de prisión.
La cancillería rusa reconoció que había ciudadanos rusos entre los detenidos, pero aseguró que nada dañino hicieron para los intereses estadounidenses.
Rusia criticó los arrestos y los calificó como un injustificado regreso a la Guerra Fría, mientras que legisladores dijeron que algunos en el Gobierno de EU podrían tratar de socavar las buenas relaciones del presidente Barack Obama con Moscú.
El primer ministro Vladimir Putin dijo "comprendo que allá la Policía arresta gente... es su tarea. Cuento con que la tendencia positiva vista en la relación no se vea perjudicada por estos acontecimientos".