Justificación. La participación del Ejército en materia de seguridad obedece a que los cuerpos de seguridad existentes han sido rebasados.
Durango
Las denuncias presentadas por abusos de militares en la Comisión Estatal de Derechos Humanos llegaron a 139 quejas en diferentes municipios al cierre de 2009; en 2008 fueron 50 y 5 en 2007.
El ombudsman Carlos García Carranza, a través del vocero Jorge Antonio Santiago Arteaga, detalló las violaciones de derechos humanos por militares en Durango, como allanamiento de morada, daños, robo, detención arbitraria y tortura.
Consideró que estas irregularidades son resultado de una dinámica en los últimos años y que es consecuencia de involucrar al Ejército en una tarea que no le corresponde y que es la de hacer la función de Policía.
Después de la recepción de quejas, se hacen las diligencias y se envía el expediente a la CNDH a la Ciudad de México de donde han salido 30 recomendaciones, de las cuales se desconocen cuántas son de Durango.
Reconoció que existe preocupación en la Comisión Estatal de Derechos Humanos por el elevado número de quejas contra elementos del Ejército y aclaró que no existe justificación para que por la lucha contra la delincuencia se violen los derechos humanos.
En 2009 se generaron 30 recomendaciones contra el Ejército; es el mayor número en la historia de la Comisión. Suele ser una medida desesperada y situación de emergencia introducir al Ejército en tareas públicas ante la creciente descomposición de las corporaciones policíales, dijo.
Considera por otra parte que la participación del Ejército como policías se justifica en estos momentos porque los cuerpos de seguridad existentes han sido rebasados por la delincuencia organizada en el país, pero hablando de capacidad, de ésta carecen los militares para actuar como policías en las calles y sobre todo en los poblados, donde se quejan amargamente de las acciones abusivas, lo cual no se justifica por ningún motivo.
