A 40 heridos y una decena de detenidos aumentó esta tarde el balance de los choques entre manifestantes y las fuerzas del orden en el centro de la capital italiana, informaron los servicio de socorro.
Señalaron que ninguno de los heridos estaba en graves condiciones, aunque entre ellos había tanto manifestantes como agentes de la policía.
La protesta, convocada por organizaciones estudiantiles contra la reforma universitaria oficial, degeneró luego que el gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi obtuvo, por estrecho margen, el voto de confianza parlamentario que impidió su caída.
El centro de Roma se convirtió en escenario de los enfrentamientos más violentos de los últimos años, en los que fueron destruidas vitrinas de tiendas, bancos y negocios, además de que varios vehículos, sobre todo de la policía, resultaron incendiados.
Según las autoridades, los llamados 'black blocks' jóvenes encapuchados, vestidos de negro y armados con palos y cadenas, desencadenaron la violencia, condenada por las fuerzas políticas.
Por la mañana, los manifestantes habían logrado arribar ante la sede del Senado, donde se desarrollaba la votación de una moción de confianza al Ejecutivo y lanzaron petardos, pintura contra los muros y se enfrentaron con los agentes.
Más tarde, las fuerzas del orden lograron cerrar el paso tanto del Senado, como hacia la Cámara de diputados, aunque los desórdenes se extendieron por algunas de las principales vías del centro histórico.
En las manifestaciones también participaron trabajadores, damnificados por el terremoto de L’Aquila de 2009, además de otras organizaciones civiles.
Las protestas se extendieron por todo el país y mientras en Milán los estudiantes ocuparon la bolsa de Valores, en Palermo paralizaron momentáneamente el funcionamiento del aeropuerto local.
