El 'súper policía' de Nueva York, William J. Bratton, y el ex alcalde de Palermo y quien combatió a la mafia siciliana Leoluca Orlando explicaron en Bogotá que el éxito de sus respectivas gestiones fue buscar el origen de la violencia para poder reducirla.
Bratton y Orlando participaron en la Cumbre Internacional para la Prevención de las Violencias en América Latina y el Caribe, que reúne hasta mañana a funcionarios y expertos de 18 países con el propósito de buscar recetas para pacificar las urbes de la región.
Reconocidos internacionalmente por sus gestiones en Nueva York y Palermo, la capital de la región italiana de Sicilia, Bratton habló ante este auditorio de sus logros en la lucha contra la violencia y la delincuencia urbana, mientras que Orlando se centró en la criminalidad trasnacional.
Ambos explicaron al detalle cómo, desde sus ámbitos de acción, lograron disminuir la criminalidad o poner freno o a raya a poderes mafiosos.
"La única manera de presentar resultados es solamente cuando usted se enfoca en buscar el origen (de las violencia o el crimen), enfrentarlo y hacer estrategias para poderlo reducir", explicó Bratton, quien se estrenó como jefe del departamento de policía de Boston, su ciudad natal, y después ocupó el mismo cargo en Nueva York y Los Ángeles.
A su paso por la Gran Manzana, donde ejerció entre 1993 y 1996 y se ganó el título del "súper policía" de Nueva York, Bratton logró rebajar en un 68 por ciento los homicidios y en un 50 por ciento los crímenes en general.
Creador de una compañía propia que asesora a gobiernos y empresas, el ex policía adoptó en Nueva York una tecnología conocida como Compstat, basada en la "georreferenciación" como herramienta contra el crimen, con bases de datos y dispositivos en tiempo real.
Bratton destacó a los periodistas que, al igual que su caso, parte del éxito de las autoridades enfrentadas a situaciones críticas, como es el caso de Colombia, ha tenido que ver con "enfrentar tres puntos de esta guerra".
En el caso de Colombia, dichos puntos, señaló, son el combate al narcotráfico, a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) y al crimen trasnacional que se deriva de las drogas, los cuales, destacó, han sido "atacados por igual".
Un reto parecido asumió Orlando, cuando, como alcalde de Palermo, se armó de valor cívico para afrontar la amenaza de la mafia siciliana en los años 1990, dentro de una lucha que ha continuado desde el Instituto para el Renacimiento Siciliano, que preside desde 2000.
Orlando observó que "la criminalidad organizada es una 'criminalidad identitaria', es un sistema de valores, de amores pervertidos, de poder cultural, de poder financiero, de poder económico, de poder religioso y, naturalmente, es un sistema de poder criminal".
La lucha contra los "criminales normales" es de la policía, que no basta para enfrentar a los "criminales identitarios", contra quienes también debe levantarse la sociedad civil, agregó Orlando, quien reconoció que éste fue el fundamento de su tarea en Palermo, donde logró poner límite al poder mafioso.
"Palermo es un ejemplo en el mundo, y yo soy un exportador de ese ejemplo, que es una práctica positiva", defendió el siciliano, para quien "Palermo exporta mafia, (pero) también exporta antimafia".
La preocupación por el crimen es común a jefes policiales, como el de Colombia, el general Óscar Naranjo, con quien Bratton se reunió el miércoles, junto a unos 200 oficiales responsables de la seguridad urbana en el país.
"En el pasado parecíamos llaneros solitarios tratando de imponer la ley", admitió Naranjo al referirse a las épocas de infiltración y corrupción generadas por el narcotráfico.
Son problemas que se han distribuido por la parte central y norte del continente, como en Ciudad Juárez, cuyo alcalde, José Reyes Ferriz, no vaciló hoy, desde este foro, en reclamar a Estados Unidos por la incongruencia de su política penal.
Esta reunión internacional, organizada por la Alcaldía de Bogotá y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), concluye el viernes con la firma del Manifiesto Alianza de Ciudades por la Seguridad Ciudadana.
La iniciativa tendrá seguimiento mediante una secretaría técnica, que se establecerá en esta misma conferencia y que tendrá carácter rotativo. Bogotá espera ejercerla por primera vez.