Miles de taxistas de Nueva York estafaron más de 8 millones de dólares mediante la aplicación de tarifas más altas de lo adecuado a los clientes que llevaron durante los últimos dos años, según muestra un informe divulgado por la Comisión de Taxis y Limusinas.
La entidad que regula la actividad de los célebres taxis amarillos de NY asegura que muchos de sus conductores aplicaron tarifas incorrectas durante un total de 1.8 millones de desplazamientos, lo que supone una estafa de más de 8.3 millones de dólares. La agencia municipal, que ha utilizado un sistema de GPS instalado en los taxis en 2008 para estudiar las tarifas que aplican los conductores, detalló que esa cifra supone que se cobraron de media en esas tarifas indebidas unos 4.45 dólares más de lo necesario.