"Los imperios del futuro serán los imperios de la mente."
Winston Churchill
Quizá mi posición lo sorprenda. Lamento que Televisa haya salido --por lo menos ahora-- del mercado de telefonía celular al anunciar que no concluirá su compra de una tercera parte de Nextel por 1,440 millones de dólares. Si bien colaboro con TV Azteca --una empresa del Grupo Salinas, dueña de Iusacell, que se ha opuesto con todos los medios legales a su alcance a la tan controvertida licitación 21 de la banda de 1.7 megahercios-- estoy convencido de que Televisa es un participante natural de la telefonía celular y el internet inalámbrico.
En la convergencia digital por la que inevitablemente debe transitar nuestro país para mantenerse a la par con el mundo, Televisa ya tiene presencia en radio, televisión terrestre, televisión por cable, televisión por satélite, telefonía fija e internet de banda ancha. También es el mayor productor del mundo de contenidos de medios en lengua española. La telefonía celular es una adición lógica a su actual gama de actividades.
Es sano el ingreso de nuevos jugadores al mercado de las comunicaciones, pero las reglas deben ser justas. El problema de famosa licitación 21 --aprobada por sólo dos de los cinco comisionados de la Cofetel-- es su falta de equidad. Al definir un tope al monto de espectro que puede tener una empresa, se impidió la participación de competidores fuertes a Nextel-Televisa. Al ofrecer un bloque de espectro muy grande, 30 megahercios a nivel nacional, se levantó un obstáculo a la participación de empresas pequeñas, como Axtel, o de verdaderos nuevos competidores. Nextel no es un nuevo jugador en telefonía inalámbrica.
No conozco las razones de la decisión de Televisa para salirse de su alianza con Nextel. No parece un problema de falta de liquidez, a pesar de que la empresa invertirá en la compra de acciones y bonos de Univisión. Me cuesta trabajo pensar que pudiera ser consecuencia de las críticas a la licitación 21. La telefonía celular es un mercado lógico para Televisa, que nunca encontrará condiciones tan favorables para su ingreso.
Si bien Televisa y Nextel no dieron a conocer la razón de su separación en el comunicado oficial, Gustavo Cantú, vicepresidente de Nextel, dijo en una entrevista con W Radio que las dos empresas tuvieron una percepción distinta del riesgo de la operación y que Televisa prefirió dedicar sus esfuerzos a otros proyectos.
En México debemos promover la convergencia y la competencia. Siempre estuve a favor que Televisa entrara a telefonía y lo estoy de que Telmex ingrese a la televisión de paga. Telmex debe permitir la interconexión a precios razonables, pero también estoy a favor del "must carry" y del "must offer" que evitarían que Televisa negara su programación a competidores como Dish.
Cada firma debe tratar de sacar el mayor provecho posible del espectro o los medios que tenga. No estoy de acuerdo en que se prohíba a una empresa ofrecer más canales o servicios diferentes en el mismo espectro. Debe promoverse el uso de la tecnología y la inversión en lugar de la censura de los burócratas.
Telmex, Televisa, Telefónica Movistar, TV Azteca-Iusacell y Nextel tendrán un papel importante en la convergencia digital de nuestro país. El consumidor se beneficiará de que compitan en todos los campos.
Yo lamento en verdad que Televisa haya dejado de momento su intención de ingresar a la telefonía celular. No estoy de acuerdo en que se le entregue una ganga, pero sí de que participe en un mercado en el que tiene evidentes ventajas competitivas.
Cada vez es más claro que Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador están en rumbo de una colisión. No es una simple cuestión de aceptar o rechazar las alianzas entre el PAN y el PRD. Las diferencias políticas y personales afloran cada vez con más fuerza. Y es una lástima porque al país le beneficiaría contar con una izquierda unida en las elecciones del 2012.
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