A medida que el Censo Nacional de Estados Unidos entra en sus etapas finales, el gobierno se prepara para posibles omisiones que pudieran distorsionar el recuento de población a un costo de 15,000 millones de dólares, incluyendo la negativa de los inmigrantes a participar.
Esa posible omisión de los inmigrantes es "nuestra preocupación número uno", señala uno de los documentos de la oficina del Censo obtenidos por The Associated Press.
Otros posibles inconvenientes que podrían afectar el recuento y aumentar los gastos son el robo de identidad y las demandas a los propietarios de viviendas que se nieguen a responder a los censistas.
Los documentos subrayan la naturaleza vulnerable del recuento de población antes de que el gobierno despache a unos 700,000 trabajadores temporales para visitar hogares a partir de mayo.
Los esfuerzos no son nuevos. Los censos anteriores tenían planes de contingencia y la Oficina del Censo nunca ha dejado de entregar su recuento de población para el 31 de diciembre de cada decenio.
Sin embargo, es la primera vez que el Censo ha detallado —en 300 páginas de documentos internos reveladas en amparo de la Ley de Libertad de Información— los riesgos específicos.
Uno de los documentos dice: "Nuestra preocupación número uno" es la posible negativa de los inmigrantes sin papeles a participar.
Poniendo un tope a los costos si los indocumentados tratan de evadirse del recuento, el plan de respuesta nota que el trabajador del censo tratará de visitar una vivienda no más de seis veces —o menos, si está claro que el residente no cooperará— antes de preguntar a los vecinos para tratar de conseguir la información.
Si esto también falla, la Oficina del Censo utilizará datos estadísticos con base en las características de las viviendas del vecindario.
Arnold Jackson, director adjunto del censo, dijo en una entrevista que la oficina apelará a su fondo de reserva de unos 7 millones de dólares para colocar avisos en regiones de escasa respuesta, en las que según dijo predominan "las viviendas donde no se habla inglés, áreas de fuerte concentración de grupos minoritarios, como afroamericanos e hispanos y zonas urbanizadas".
Hasta ahora, la participación por correo para el censo de 2010 es del 63% y las autoridades son cautelosamente optimistas de que podrán igualar, si no mejorar, la respuesta postal del 72% del 2000 para fines de abril.
Entre mayo y julio, los empleados temporales visitarán las casas de quienes no hayan respondido por correo.