Incertidumbre. La intromisión del Congreso acabó con 11 años continuos de labor dirigida a la mejoría académica de la UJED.
Directores de escuelas y facultades aseguran que además de generar molestia, el dinamismo con el que se trabajaba para alcanzar la calidad académica, se detendrá
Una situación inédita, de vulneración e incertidumbre es por la que atraviesa la Universidad Juárez del Estado de Durango, cuyo clima de inseguridad jurídica y de inestabilidad laboral podría detonar un conflicto de mayor proporción.
Y es que con los cambios que el Congreso del Estado hizo a la Ley Orgánica de la UJED, se desconoce el máximo órgano de gobierno que es el Consejo Universitario, lo cual ha generado indignación y sobre todo, mucha incertidumbre.
Directores de escuelas y facultades expresaron su malestar y consideraron que el problema que esto ha generado, detiene el dinamismo con el cual se venía trabajando para alcanzar la calidad académica.
María de Jesús Cedillo y Osvaldo García, directores de Ciencias Químicas y Biología dijeron que en poco tiempo, la UJED logró ubicarse entre las diez primeras universidades del país con el 99 por ciento de su matrícula inscrita en programas de calidad certificada.
La misma percepción tienen los empleados administrativos, quienes consideran que en estos tiempos ya no debe permitirse que las instituciones educativas sigan siendo botín de intereses políticos externos y sobre todo, de quienes están en contra del progreso de la comunidad.
La intromisión de dichos intereses acabó con la autonomía constitucional de la UJED y con 11 años continuos de no tener conflictos de tipo laboral ni político.
"Si vamos bien por qué nos detienen, la universidad avanzó todo lo que no se pudo en varios años y quienes verdaderamente somos trabajadores, vemos ahora que es víctima de intereses políticos", dijo Refugio Martínez.
Directores y trabajadores coincidieron en que la UJED debe recuperar la autonomía de que deben gozar todas las instituciones de educación superior en el país, de acuerdo con lo que establece la propia Constitución en el Artículo Tercero.
De lo contrario, "estamos en una gran incertidumbre, nunca se había presentado una situación así y no sabemos qué va a pasar con la institución y todo lo que de ella depende".
Las escuelas y facultades de esta ciudad se sumaron al movimiento de "brazos caídos" que decretó el Sindicato de Personal Académico (SPAUJED) por lo que ayer no hubo actividades, aunque los empleados cumplieron con sus horarios de trabajo y se mantenían a la expectativa de lo que ocurriera en Durango.
NO PUDIERON COBRAR
Joel Sotelo, presidente de la Comisión de Honor y Justicia del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la UJED dijo que debido a la suspensión de actividades, eventuales y algunos de base que aún cobran por medio de cheques no recibieron el pago de la última quincena ni un vale de despensa por mil 200 pesos.
Esto, dijo, viola el Contrato Colectivo de Trabajo y de seguir así, existe el riesgo de llevar el problema hasta un estallamiento de huelga.
José de Jesús Santos y Martha Ramírez señalaron que por revanchas políticas, estudiantes, trabajadores y maestros "la estamos llevando".
La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) respaldó públicamente a la UJED y solicitó a las autoridades retroceder en los cambios que se hicieron a la Ley Orgánica.
VULNERADA
Los diputados locales decidieron que la UJED dejará de tener procesos de reelección de rector y establecieron reglas distintas para la elección del mismo.
Con los cambios a la Ley Orgánica, pasaron por alto la autonomía que la Suprema Corte de Justicia de la Nación concede a las universidades del país, como una "garantía institucional" que las protege y resguarda de intromisiones e intereses externos.
Una vez que se aprobaron los cambios, se designó a la ex secretaria de Salud, Patricia Herrera Gutiérrez como rectora interina, mientras se convoca a nuevas elecciones.
Como ya estaba encaminado el proceso electoral, Salvador Rodríguez Lugo, quien se hacía cargo de la Rectoría provisionalmente, aseguró que las elecciones que se tenían programadas para el próximo día ocho se llevarán a cabo.
Para algunos, esto implica un mayor riesgo de que el problema se torne violento y agrave la situación tan delicada que ya existe.
Para otros, representa la mejor manera de defender la autonomía universitaria y demostrarle al Gobierno Estatal que ya no puede imponer sus intereses y manejar a la institución.