El ciclón más fuerte que ha azotado Filipinas en varios años mató al menos a tres personas, derribó árboles y postes eléctricos y forzó la huida de miles de personas a zonas más seguras en medio de una visibilidad casi nula.
Se esperaba que el tifón Megi, que avanzaba a través del norte de las Filipinas, se dirigiera después hacia China y Vietnam, donde inundaciones no relacionadas con la tormenta dejaron 30 muertos.
El lunes, las fuertes corrientes en una autopista inundada de Vietnam arrastraron un autobús y a veinte de sus pasajeros, incluida una niña que fue arrancada de los brazos de su madre por las aguas. En China, las autoridades evacuaron a 140 mil personas de una provincia costera.
Megi tenía vientos sostenidos de 225 k/hry ráfagas de 260 k/hr cuando tocó tierra al mediodía en la Bahía de Palanan, en la nororiental provincia filipina de Isabela.
El meteoro trajo vientos feroces que derribaron postes de electricidad y árboles y que cortaron las líneas de teléfono e internet. El tifón perdió algo de su poder al chocar con las montañas de Luzón, la principal isla norteña del archipiélago.
Más de 4 mil 150 filipinos se protegieron del tifón en escuelas, ayuntamientos, iglesias o casas de familiares. Las carreteras de la provincia de Isabela, a unos 320 kilómetros al noreste de Manila, quedaron desérticas y fueron bloqueadas por árboles, tendidos eléctricos y escombros.
Un hombre que trataba de rescatar a su búfalo resbaló y cayó a un río y probablemente se ahogó, dijo Bonifacio Cuarteros, funcionario de la oficina de manejo de desastres de la provincia de Cagayán. Una mujer murió y su hijo resultó herido cuando un árbol se derrumbó en su casa en la provincia de Kalinga y un guardia de seguridad murió tras ser golpeado por un pino cerca de la ciudad de Bagui, dijeron las autoridades. Al menos seis personas resultaron heridas en la región por árboles que cayeron, tejados que se derrumbaron y cristales rotos.
Con su viento feroz y precipitaciones de 5 centímetros por hora, Megi fue el tifón más poderoso que haya golpeado Filipinas en los últimos cuatro años, dijeron los meteorólogos del gobierno.
Tailandia también reportó inundaciones que mataron al menos a cuatro personas, sumergieron miles de casas y vehículos y frenaron los servicios ferroviarios. También provocaron la evacuación de casi 100 elefantes en una popular zona turística al norte de la capital.