Si es así, gócela al máximo. Pero si hay más de un niño en su hogar, seguramente pasarán el mayor tiempo posible en la playa jugando con la arena y cuando llegan a casa dejan en los pisos y muebles buenos rastros de ella. Tengo un consejo para resolver casi totalmente el problema. Ponga un balde con agua afuera de la puerta de entrada y una toalla por dentro, dando orden terminante a los chicos de que antes de entrar metan sus pies en el agua para quitarse la arena y que los sequen en la toalla que les puso para este fin. El trabajo de usted, consistirá en tirar el agua en donde ha quedado la arena, enjuagar el recipiente y volver a ponerle agua limpia. En cuanto a la toalla, se reemplazará por otra cuando se vea sucia.