Para mantenerlos limpios, lávelos en agua con jabón, usando detergente suave. Nunca los meta en la lavadora. Si están manchados, límpielos con un producto comercial para ello. Los hay en los supermercados y ferreterías. Finalmente use cera en pasta para proteger su acabado y luego púlalos para sacarles brillo.
Procure comprar siempre el envase más grande, pues así le saldrá mucho más barato, pero si lo hace por primera vez, entonces compre el tamaño más pequeño del producto para que se asegure de comprar el tamaño mayor y llenar en él próximamente.