"El control de dólares, tiro
De gracia para Tijuana.
Atte. Ciudadanos
De Baja California."
Texto de anuncios
En Tijuana
Ué tiene el presidente Calderón contra los tijuanenses? La pregunta me la hace un empresario a quien respeto y aprecio. Su inquietud dista de ser una simple expresión de paranoia. Las políticas del Gobierno Federal parecen, efectivamente, diseñadas para destruir la economía de Tijuana y de las demás zonas fronterizas del país.
La restricción a los depósitos en dólares en bancos ha sido la gota que ha colmado el vaso de lo que se percibe como una campaña del Gobierno Federal contra las empresas y los residentes de la frontera. Limitar a 7,000 dólares para compañías y 4,000 para personas físicas los depósitos mensuales en efectivo que se pueden hacer en los bancos mexicanos, en una economía en la que gasolineras, supermercados, farmacias, médicos y hasta casetas de autopistas reciben constantemente pagos en dólares, equivale a pegarle un golpe más a una economía ya maltrecha.
La violencia ha dejado cicatrices muy profundas en la economía de la frontera norte. Muchos empresarios han dejado de hacer inversiones en México y han mudado a sus familias a Estados Unidos para evitar ser víctimas de secuestros y balaceras. La realización de inversiones en la Unión Americana se ha convertido en muchos casos en la forma de adquirir los papeles de residencia necesarios para escapar de la violencia en México. Los ejecutivos de las empresas maquiladoras no viven ya en nuestro país: los gastos que hacen en sus familias se erogan ahora en Estados Unidos y crean empleos en ese país.
A esto hay que añadir el desastre económico provocado por el propio Gobierno Federal. El Siave, o Sistema de Aforo Vehicular, ha erigido una pesada barrera al cruce de automóviles de Estados Unidos a México. Un paso que antes se llevaba a cabo en unos minutos ha sido reemplazado por una espera que puede llevarse dos horas o más. Si el cruce fronterizo ha sido siempre un obstáculo para que los turistas estadounidenses gasten su dinero en México, hoy la demora es tanta como para desmotivar al más decidido de los posibles clientes de comercios y hoteles mexicanos. El Siave ha afectado también a cientos de miles de personas que habitualmente cruzan la frontera para estudiar o trabajar. Con razón las encuestas de opinión revelan que, más que la violencia, lo que realmente disuade a los estadounidenses de pasar a México como lo hacían con anterioridad es el tiempo que se pierde en el cruce fronterizo.
La restricción a los depósitos en dólares sería la puntilla. Las empresas y proveedores de servicios se verían materialmente imposibilitados de recibir dólares en efectivo. Tendrían que negarse a aceptar compras o mantener grandes cantidades en efectivo, lo cual los haría víctimas fáciles del crimen.
Lo peor de todo es que estas medidas en poco o nada ayudan al Gobierno en su guerra contra el narco. Los congestionamientos provocados por el Siave no han impedido la violencia en las ciudades fronterizas mexicanas. Por otra parte, pensar que los narcotraficantes serían tan tontos para depositar millones de dólares en bancos mexicanos es absurdo. Los criminales siempre han mantenido sus ganancias en efectivo por temor a ser detectados en transacciones bancarias. Las únicas víctimas de las nuevas restricciones serán los empresarios y personas físicas que tratan de ganarse la vida honestamente.
Realmente los habitantes de la frontera tienen razones para preguntarse qué tiene el presidente Calderón contra ellos. Las medidas que ha impulsado le han hecho más daño a la economía fronteriza que el propio crimen organizado.
ELIMINAR RESTRICCIONES
Derogar la limitación de 25 por ciento a la inversión extranjera en aerolíneas mexicanas es absolutamente indispensable. Mexicana de Aviación podría tener un gran valor agregado si sus rutas se fusionan con las de alguna empresa internacional. Las restricciones que hoy tenemos son absurdas en una economía globalizada.
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