El presidente francés, Nicolás Sarkozy, prometió ayer represalias tras el "asesinato" del rehén francés Michel Germaneau en Mali, que fue reivindicado por Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), tras una tentativa fallida del Ejército francés por liberarlo.
"Condeno este acto bárbaro, odioso, que acaba de causar una víctima inocente (...) que dedicaba su tiempo a ayudar a la población local", declaró Sarkozy en una intervención televisada, al denunciar un "asesinato a sangre fría"."Su muerte demuestra que estamos ante una gente que no tiene ningún respeto por la vida humana", añadió el mandatario, recordando que Germaneau tenía 78 años y estaba enfermo, antes de prometer que el asesinato del rehén no quedará "impune".
Sarkozy explicó también que el ultimátum pronunciado sobre la suerte del rehén "nunca estuvo precedido del menor inicio de diálogo con las autoridades francesas".
En una grabación sonora difundida la noche del domingo por el canal Al Jazeera, el jefe de AQMI, Abu Musab Abdel Wadud, anunció la "ejecución" llevada a cabo el sábado "para vengar a nuestros seis hermanos muertos en la cobarde operación de Francia".
Militares franceses, junto a soldados mauritanos, participaron el pasado jueves en una operación en el desierto de Mali contra un grupo de AQMI, creyendo haber localizado al rehén, capturado el 19 de abril en Níger.
La operación fue un fracaso. Germaneau no se encontraba en la base atacada por los comandos franceses y las unidades mauritanas. Siete miembros del grupo de los secuestradores murieron en esta operación y cuatro lograron escapar, según fuentes mauritanas.
Michel Germaneau, ingeniero jubilado de 78 años, fue secuestrado por AQMI en Níger cuando supervisaba la construcción de una escuela por cuenta de la asociación humanitaria Enmilal.
El comisario para la paz y la seguridad de la Unión Africana (UA), Ramtane Lamamra, condenó de manera "muy enérgica" el asesinato del rehén francés.
España, que también tiene dos ciudadanos secuestrados en la región, condenó asimismo "con la mayor firmeza el asesinato", al igual que Estados Unidos que denunció la "atroz y cobarde" ejecución del rehén.
El 12 de julio, los secuestradores publicaron un mensaje destinado a Francia, en el que amenazaban con matar al rehén en 15 días si París no respondía a sus demandas.