El Gobierno de Estados Unidos ordenó ayer a los barcos que participan en la lucha contra el vertido de petróleo en el golfo de México, que abandonen la zona ante la proximidad de la tormenta tropical Bonnie. Se espera que la tormenta, que comenzó como depresión tropical en las cercanías de las islas Bahamas, llegue al área del vertido en las primeras horas del sábado.
Los operarios que trabajaban ayer en la limpieza del derrame de BP en el golfo, se preparaban desde la tarde para salir del área. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos dijo que Bonnie, la segunda tormenta con nombre de la temporada de huracanes 2010 del Océano Atlántico, tenía vientos máximos sostenidos de 65 kilómetros por hora. Modelos meteorológicos proyectaban que la tormenta se dirigirá al sur de Florida y girará hacia el noroeste a través del golfo, donde BP está limpiando el enorme derrame de crudo.
Sin embargo, las autoridades subrayaron que el pozo averiado permanecerá sellado incluso si resultaba necesario frenar temporalmente la vigilancia submarina. El gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, quien declaró un estado de emergencia porque se pronostica que la tormenta golpeará la costa del estado el domingo, dijo que el clima adverso podría retrasar en hasta dos semanas los esfuerzos para sellar permanentemente el pozo averiado. "Obviamente eso es una preocupación", dijo Jindal. "Hemos determinado que si tenemos que desalojar la zona, estamos preparados para dejar al pozo tapado", había advertido desde temprano el almirante retirado de la Guardia Costera, Thad Allen, supervisor oficial de la crisis causada por la marea negra.
"Es muy posible que podamos tener olas de una altura que superaría la estructura de las plataformas", dijo Allen sobre la tormenta. "Probablemente tenga cierto impacto significativo", agregó.
'Bonnie' se degrada a depresión tropical
La tormenta Bonnie se degradó esta tarde a depresión tropical, mientras avanza sobre el sur de Florida rumbo al Golfo de México, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) .
La potencia de los vientos del meteoro cayeron por debajo de los 64 kilómetros por hora.
Sin embargo, en Louisiana las autoridades declararon emergencia para recibir ayuda federal en previsión de un posible desastre.
Autoridades federales ordenaron la evacuación de barcos y empleados que trabajan en las labores de limpieza en el peor derrame de crudo en el Golfo en la historia de Estados Unidos.
