Las lluvias ocasionadas por los remanentes de la tormenta tropical Alex dejaron severas inundaciones en Torreón. Según el reporte de las autoridades municipales, el 40 por ciento del sector sur-oriente de la ciudad presentaba anegamientos. Miles de familias se vieron afectadas ayer por la acumulación de agua que, en algunos casos, entró hasta los hogares.
Además, vialidades importantes de la ciudad, se volvieron intransitables debido a las enormes lagunas que se formaron luego del torrencial aguacero de ayer por la mañana. Cientos de automovilistas y transeúntes pasaron por una amarga experiencia al tener que trasladarse a través de las principales rúas, anegadas hasta las banquetas.
Estos daños se presentaron a pesar de que el fenómeno meteorológico no fue tan severo con la Comarca Lagunera como lo fue con otras zonas del norte del país que hoy se enfrentan al peor desastre en la última década.
Pero como era de suponerse, la emergencia rebasó a las autoridades, quienes todavía ayer por la noche no podían desaguar los puntos más inundados. De poco sirvió el plan de contingencia anunciado hace unos cuantos días por el Ayuntamiento para enfrentar los efectos de la mencionada tormenta tropical.
Pero más allá de las labores de remediación de los desastres, de lo que Torreón adolece es de acciones de prevención. Los ciudadanos lo pueden constatar cada temporada de lluvias: los sectores que pueden inundarse, se inundan con las precipitaciones, aunque éstas no sean tan copiosas.
Esta situación se debe a que Torreón es una ciudad que no está preparada para la lluvia ya que, contrario a otras ciudades similares en tamaño e importancia, carece de infraestructura adecuada de drenaje pluvial. Pasan gobiernos estatales y municipales, y ninguno invierte en este rubro, quizá bajo la premisa de que se trata de una "obra oculta", que pocos pueden ver y, por lo tanto, que no se puede presumir en la propaganda como un puente o una plaza.
Lo cierto es que, pocas cosas trastocan más la vida de la ciudad que las inundaciones ocasionadas por las lluvias. Por eso resulta urgente que las administraciones en turno tomen en serio este problema para aplicar la solución de fondo que se amerita. Para qué esperar a una contingencia mayor.
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